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En caravana migrante, 21 contagios de COVID-19

Centroamericanos no frenan su paso hacia EU, pese a sufrir miedo y cansancio.

VADO HONDO.- La Policía Nacional y elementos del Ejército de Guatemala dispersaron con violencia a más de 4 mil migrantes –entre los que ya se cuentan 21 contagios de COVID-19–, la mayoría de ellos hondureños, apostados durante el fin de semana en una carretera del poblado de Vado Hondo, al norte del país, postergando su aspiración de llegar a pie a Estados Unidos, cruzando por México.

Imágenes transmitidas en redes sociales y televisión mostraron filas de fuerzas de seguridad con escudos de plástico avanzando por la carretera hacia los migrantes. Las autoridades locales de migración confirmaron el desalojo.

"Tenemos miedo", dijo Rosa Álvarez, una madre hondureña que estaba en el retén justo antes de que las tropas comenzaron a despejar el área. "Sólo queremos pasar libremente a Estados Unidos", dijo.

Alrededor de 4 mil migrantes acamparon en la carretera luego de que se enfrentaran con las fuerzas de seguridad guatemaltecas el domingo. Hasta 9 mil migrantes, incluidas familias con niños pequeños, han ingresado a Guatemala desde el viernes, dicen las autoridades, huyendo de la pobreza y la anarquía en una región sacudida por la pandemia y huracanes consecutivos en noviembre.

A última hora del domingo, las autoridades guatemaltecas dijeron que habían enviado a mil 568 migrantes de regreso a casa desde el viernes, la gran mayoría a Honduras.

Los uniformados actuaron ante el riesgo de contagios de COVID-19, según un decreto del presidente guatemalteco Alejandro Giammattei, que autoriza el uso de la fuerza, un recurso que fue rechazado por organismos de derechos humanos.

Hasta el momento, 21 personas del grupo que pasaron por puestos de control sanitarios han dado positivo al virus, y deberán guardar cuarentena en Guatemala antes del regreso a su país.

El éxodo hondureño comenzó la madrugada del viernes desde San Pedro Sula y los caminantes ya dan muestras de cansancio. Durante la jornada, una pequeña caravana de 300 salvadoreños entró al país sin presentar documentos ni prueba negativa de COVID-19.

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