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¿El plan ambiental de Obama podrá salvar al mundo?

Dos grados Celsius es lo que se necesita para evitar cambios peligrosos en el medio ambiente, por ejemplo el avance de los mares, terribles olas de calor y perturbaciones en los suministros mundiales de alimentos. 

El proyecto del presidente Barack Obama de reducir la contaminación con carbono –celebrado por sus simpatizantes y criticado por sus adversarios- no alcanzará para salvar el planeta.

Es lo que opinan científicos entre los que se cuentan los investigadores europeos que estudian las políticas climáticas. Se trata de un juego de cifras: aunque los Estados Unidos, China, Europa y otros países cumplan con sus compromisos en materia de reducción de carbono, las temperaturas mundiales subirán un promedio de 3.1 grados Celsius para 2100, demasiado como para evitar la calamidad, dicen.

La versión más reciente y dura del Plan de Energía Limpia de Obama y las medidas ya anunciadas por los líderes mundiales no son suficientes para limitar el calentamiento global a 2 grados Celsius este siglo. Es lo que se necesita para evitar cambios peligrosos en el medio ambiente, como por ejemplo el avance de los mares, terribles olas de calor y perturbaciones en los suministros mundiales de alimentos, según la Comisión Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el panel organizado de Naciones Unidas que reúne a miles de científicos.

"Vale la pena señalarlo, para todos los que celebran este momento", dijo Paul Bledsoe, colaborador en el área de clima durante la administración del presidente Bill Clinton. "Por ser adictos a la energía barata, no hemos podido dar pasos más ambiciosos".

Si bien el Plan de Energía Limpia publicado el 3 de agosto es más ambicioso que sus versiones anteriores, es poco probable que pueda cambiar la situación por sí solo, dijo Hanna Fekete, analista de políticas en el Nuevo Instituto del Clima en Colonia, Alemania.

"El cambio es muy pequeño en comparación con las emisiones globales", dijo Fekete por teléfono. "También hay muchos otros países que lo están llevando adelante".

Fekete no desespera, su organización representa uno de los cuatro centros de investigación europeos que dirigen Climate Action Tracker, dedicado a estudiar las políticas sobre calentamiento global, incluidas las normas para centrales eléctricas de Obama, así como también los compromisos de Europa, China, Rusia y otros.

Sin una acción por parte de cualquiera de esos países, el mundo estará en condiciones mucho peores al término del siglo, con un aumento de la temperatura de 3.9 grados Celsius en vez de 3.1, según Climate Action Tracker.

Su organización ve un avance en el nuevo plan de Obama. Su versión más reciente reducirá la contaminación con dióxido de carbono 50 megatones adicionales, llevando el total de reducciones estadounidenses a 530 megatones en 2030, dijo Climate Action Tracker.

Es "notable, dado que los gobiernos tienden a diluir los planes después de sus anuncios iniciales, no a fortalecerlos", dijo la organización en un correo electrónico.

No obstante, los casi 200 países que tratan de alcanzar un acuerdo global trascendente en materia de cambio climático este año enfrentan una pendiente difícil. Dichas negociaciones, trabadas por desacuerdos entre los países pobres y ricos, se aproximan a una reunión decisiva en París en diciembre.

Al mismo tiempo, Obama enfrenta un Congreso estadounidense dominado por un Partido Republicano que ha hecho poco por respaldar sus iniciativas. Los líderes parlamentarios republicanos también están trabajando con funcionarios estatales para generar una acción legal destinada a frenar la nueva iniciativa de Obama.

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