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Duelo en Davos: Greta y Trump, frente a frente por 'apocalipsis climático'

La activista y el presidente estadounidense se hablaron el uno al otro con sus respectivos discursos durante el evento del Foro Económico Mundial.

Son los dos asistentes de más alto perfil al Foro Económico Mundial anual de este año, pero sus respectivas propuestas para la salvación global no podrían ser más diferentes.

El presidente Donald Trump y la activista climática Greta Thunberg se hablaron el uno al otro en discursos en duelo en Davos este martes, en los que quedó manifiesta la dificultad de lograr cualquier tipo de consenso sobre la urgencia de los desafíos ambientales que enfrenta el planeta.

Trump, al dirigirse a la reunión anual de la élite empresarial y política horas antes de que comenzara su juicio político en Washington, no mencionó el tema clave del FEM este año del cambio climático, más allá de una referencia desdeñosa a "alarmistas" decididos a "controlar cada aspecto de nuestras vidas".

"Debemos rechazar a los perennes profetas de la fatalidad y sus predicciones del apocalipsis", dijo a una audiencia que incluía a Thunberg, y agregó que su administración de la floreciente economía estadounidense, estimulada por el aumento de la producción de petróleo y gas, significaba que "es momento para el optimismo".

Thunberg, en sus comentarios generalmente poco sorprendentes hechos a ambos lados de la aparición de Trump, acusó a la élite de Davos de "palabras y promesas vacías" que equivalían a no hacer nada sobre el cambio climático.

Arraigados

Incluso si la revancha anticipada de Trump contra Greta (después de que ella lo mirara con el ceño fruncido en Naciones Unidas en Nueva York) puede no haberse materializado del todo, ni se mencionaron uno al otro por su nombre, ni se conocieron, sus diferencias claras e infranqueables reflejan lados del debate climático igualmente arraigados.

Solo unos cuantos ejecutivos del petróleo, el gas y el carbón, los principales responsables del calentamiento del planeta, asistieron al panel en el que habló Thunberg, por ejemplo. Trump fue recibido a su llegada con letras gigantes grabadas en la nieve de Davos que deletreaban: 'ACT ON CLIMATE' ('ACTUAR SOBRE EL CLIMA').

Puede que a los delegados de Davos no les guste Trump, pero "les gustan sus políticas", declaró a Bloomberg TV Ian Bremmer, presidente de la consultora Eurasia Group.

"Puedes tener a Greta aquí, puedes tener un montón de personas hablando sobre el clima y la sostenibilidad, pero la realidad es que Trump no vuelve loca a la gente en Davos como lo hace en Estados Unidos".

Cientos de activistas por el clima llegaron a pie después de una marcha de tres días por los Alpes suizos. Los manifestantes se reunirán en la estación de esquí y organizarán una manifestación para pedir el fin del Foro Económico Mundial.

La policía informó que el tráfico se detuvo temporalmente mientras una marcha de 100 activistas o más se dirigía a la ciudad suiza.

Riesgos ambientales

Aun así, las preocupaciones entre la élite empresarial y política son reales. Los ejecutivos del petróleo y el gas tienen previsto reunirse para una cena privada esta noche en Davos, en la que se espera que el cambio climático sea un tema principal de discusión a puerta cerrada, según un ejecutivo que planea asistir a la cena y pidió no ser identificado, por tratarse de un evento privado.

Este año, por primera vez en la historia, los riesgos ambientales ocupan las cinco principales preocupaciones a largo plazo del FEM, mientras que los ejecutivos corporativos dicen que están cada vez más preocupados por los problemas ambientales. Esa realidad también coloca a los gobiernos a la vanguardia de la respuesta.

El director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, indicó que el "mayor riesgo" en el camino hacia una economía neutral en carbono es depender demasiado de los gobiernos para tomar medidas, ya que no están equipados para manejar la tarea por su cuenta.

"El cambio climático ahora se está convirtiendo en un riesgo de inversión", mencionó Fink en una entrevista con el editor en jefe de Bloomberg, John Micklethwait.

"La transición a una economía libre de carbono llevará más de 50 años, y "lo que debemos hacer es encontrar formas de mitigar esos riesgos mientras dependemos del carbono", destacó.

Muchos en Davos se están preparando para otros cuatro años de Trump, ya que esperan que gane un segundo mandato en las elecciones presidenciales de noviembre, según Bremmer de Eurasia. Eso probablemente significaría un enfoque continuo de Estados Unidos en el carbón y otros combustibles fósiles por parte de un presidente que se retiró del acuerdo climático de París.

Para Trump, Estados Unidos es un ejemplo para el mundo. "El sueño americano ha vuelto, más grande, mejor y más fuerte que antes", puntualizó.

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