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Donald Trump acusa al gobierno de México de enviar inmigrantes a EU

Jeb Bush, el único de los precandidatos republicanos que apoya regularización, los demás opinan que lo más prudente sería construir un muro que separe a EU de México.

CLEVELAND.- En el primer debate de los diez principales precandidatos republicanos a la Casa Blanca en las elecciones de 2016, el empresario Donald Trump reiteró que el gobierno de México está detrás de la migración indocumentada a Estados Unidos, a fin de evitar costos en la atención a sus propios ciudadanos. También amenazó otra vez con presentarse como independiente en caso de no lograr la nominación, lo que facilitaría que los demócratas se mantengan en la presidencia.

"Si no fuera por mi, ni siquiera estarías hablando de la inmigración ilegal. No sería un tema", recalcó Trump a Chris Wallace, uno de los tres moderadores de la cadena Fox News que patrocinó el encuentro de dos horas con Facebook y lo transmitió en horario estelar. Sin embargo, cuando Wallace lo presionó para demostrar que el gobierno mexicano "orquesta" el flujo de indocumentados, se limitó a responder que sostuvo conversaciones con "la Patrulla Fronteriza, con gente con la que trato, ellos dicen esto es lo que está pasando".

Luego insistió en que "tenemos que construir un muro y tenemos que hacerlo rápido. La gente de la frontera me dice 'nuestros líderes son estúpidos, nuestros gobernantes son estúpidos', pero el gobierno de México es mucho más inteligente y envía a los violadores y criminales para no pagar por ellos".

Trump sentó así el enfoque de sus rivales sobre ese tema y prácticamente los demás, pues no quisieron parecer menos duros que él y John Kasich, gobernador de Ohio, apuntó que el magnate inmobiliario "ha tocado un nervio. La gente está frustrada y harta del gobierno. Él tiene sus soluciones", mientras que Marco Rubio, senador por Florida, expresó que "la mayoría de los migrantes vienen del sur de México, de Guatemala y Honduras. Si El Chapo pudo construir un túnel debajo de la frontera, nosotros deberíamos ser capaces de poner una valla para impedirles el paso".

Scott Walker
, gobernador de Wisconsin, justificó su giro en el asunto ––hace dos años apoyó la reforma migratoria––, al señalar que "He visto cómo el presidente ha destrozado el sistema migratorio. Necesitamos una frontera segura, nada de amnistía".

A su vez, Ted Cruz, senador por Texas, citó el asesinato de una mujer en San Francisco por un mexicano en proceso de deportación como ejemplo de que deben eliminarse las "ciudades santuario", que se niegan a entregar a la autoridad federal a los inmigrantes.

En contraste, Jeb Bush, exgobernador de Florida, fue el único que defendió la posibilidad de una reforma que regularice a los indocumentados, al recordar que planteó una vía para que logren un "estatuto legal ganado", si bien se pronunció igualmente por fortalecer la vigilancia fronteriza.

Antes, los otros siete aspirantes libraron el debate de la "hora feliz", que fue ganada por Carly Fiorina, única mujer en la contienda y quien aseveró, como extitular de Hewlett Packard, que un líder se prueba "al desafiar el status quo y detonar el potencial de los demás".

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