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Más de mil policías y militares toman las calles de Venezuela tras saqueos

Las detenciones se realizaron en Maracaibo en el marco de las protestas por los cortes a la energía eléctrica impuestos por el gobierno de Nicolás Maduro; este miércoles la segunda ciudad más importante de Venezuela amaneció con resguardo militar. 

CARACAS.- Más de mil  efectivos militares, policiales y de protección civil fueron enviados el miércoles a la ciudad venezolana de Maracaibo para garantizar el orden público y levantar las barricadas colocadas durante las protestas en rechazo al racionamiento eléctrico que dejaron un centenar de detenidos.

La alcaldesa opositora de Maracaibo, Eveling Trejo, dijo a The Associated Press que los efectivos estarán en las calles de la capital del estado petrolero del Zulia para reguardar los supermercados, comercios y mercados populares y retirar los troncos de árboles y restos de basura que fueron colocados en las vías durante las violentas protestas registradas la noche del martes.

Tras las intensas protestas que degeneraron en varios saqueos a comercios e instalaciones públicas e incendios de semáforos e inmuebles, la ciudad volvió el miércoles a la tranquilidad, indicó Trejo.

La alcaldesa agregó que luego de que las autoridades suspendieron los cortes de luz entre las 8 de la noche y las 4 de la madrugada "bajo un poquito la presión" de las protestas.

El mayor general Franklin García Duque, comandante de la región estratégica del Zulia, declaró al diario regional Panorama que entre mil 500 y mil 800 militares fueron desplegados en Maracaibo y una zona cercana a esa ciudad para reguardar los comercios privados, la red pública de alimentos, los entes públicos y las estaciones eléctricas.

Al ofrecer un balance de los hechos violentos ocurridos, el gobernador oficialista del Zulia, Francisco Arias Cárdenas, dijo a la prensa que más de 70 comercios resultaron afectados por los saqueos o daños a sus infraestructuras, e indicó que hubo más de cien detenidos en esos eventos de los que responsabilizó a la oposición. "Están pagando a bandas delictivas para romper y saquear, y esto se devuelve en contra de la propia sociedad", agregó.

A estas denuncias se sumó el presidente Nicolás Maduro que acusó, sin presentar pruebas, a los dirigentes opositores de promover los saqueos y daños a instalaciones y unidades del metro en Maracaibo.
"Ellos creen que con esa violencia...van a confundir al pueblo de Venezuela", dijo Maduro durante un acto que difundió la televisora estatal.

Desde el lunes, cuando comenzó el plan del racionamiento eléctrico, se han registrado protestas callejeras en Maracaibo, la segunda ciudad más importante del país, y en otras poblaciones.

El plan incluye cortes eléctricos rotativos de cuatro horas diarias por 40 días en 19 de los 24 estados para hacer frente a la sequía del embalse del Guri, que alimenta el mayor complejo hidroeléctrico del país. La capital venezolana quedó exceptuada del plan de racionamiento.

Como parte de las acciones para enfrentar la crisis el vicepresidente Aristóbulo Istúriz anunció la víspera que los miércoles y jueves serán días no laborables para el sector público, con lo que jornada semanal se limitará sólo a lunes y martes debido a que los viernes también fueron declarados libres por dos meses.

Asimismo, las autoridades decretaron no laborables los viernes para las escuelas de los niveles inicial, medio y básico.

El gobierno impuso desde febrero racionamientos en los centros comerciales, redujo las horas de trabajo en el sector público y decidió adelantar 30 minutos el huso horario a partir de mayo para bajar el consumo eléctrico.

A pesar de las acciones de racionamiento no se ha logrado detener el descenso en el nivel de agua del Guri, que atiende cerca de 60% del consumo nacional.

La cota del embalse alcanzó el lunes los 241,6 metros sobre el nivel del mar y se ubicó a 1.6 metros de lo que es considerada la cota de riesgo, de acuerdo con registros oficiales.

Si el nivel de agua alcanza esa cota las autoridades podrían verse obligadas a paralizar algunas turbinas del complejo del Guri por medidas de seguridad, lo que dejaría al país sin varios miles de megavatios.

Analistas y opositores estiman que las medidas adoptadas hasta el momento han sido insuficientes debido a que ha continuado el descenso del nivel del agua del Guri, que se ha visto afectado por el fenómeno de El Niño, y persisten los problemas de generación eléctrica que atribuyen a un importante déficit en el sistema termoeléctrico.

Venezuela enfrenta desde hace seis años problemas en el servicio eléctrico como consecuencia de fuertes sequías, el aumento del consumo y el deterioro de las viejas instalaciones que el gobierno ha intentado compensar con millonarias inversiones y planes de emergencia. Los opositores y analistas estiman que parte de las inversiones en el sector eléctrico se perdieron por corrupción.

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