Los partidarios de Bernie Sanders estallaron en abucheos y cantos casi desde el momento en que la Convención Demócrata arrancó este lunes, ignorando las súplicas de su candidato para evitar las protestas y amenazaron con deshacer la pantalla cuidadosamente elaborada de unidad que la campaña de Hillary Clinton había planeado para su nominación formal.
Representantes de las campañas de Clinton y Sanders sostuvieron una reunión urgente el lunes por la tarde para desarrollar un plan para evitar interrupciones cuando se hizo evidente que la remoción de la presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, tras la revelación de correos electrónicos que mostraban que la dirección del partido habría favorecido a Clinton durante las primarias, no había apagado la ira de los partidarios del senador de Vermont, de acuerdo con un funcionario del partido.
A lo largo de la noche, orador tras orador predicó la necesidad de unidad en el partido, no siempre con éxito. La participación mejor recibida de la noche estuvo a cargo de la primera dama Michelle Obama, quien apoyó a Clinton al destacar que el presidente del país tiene una gran influencia sobre la nación y sus hijos.
"Esta elección y cada elección es acerca de quién tendrá el poder de formar a nuestros hijos en los próximos cuatro u ocho años de su vida", dijo Obama. "Estoy aquí esta noche porque en esta elección sólo hay una persona en quien confío esa responsabilidad''.
Sin embargo, poco antes, cuando la comediante Sarah Silverman, partidaria de Sanders, dijo que votará por Clinton "con gusto", la multitud estalló en sus gritos que competían entre Clinton y Sanders.
El propio Sanders sintió el calor de sus seguidores el lunes temprano. Después de calificar la plataforma del partido que sus aliados negociaron como la más "progresista" en la historia del partido, el senador recibió abucheos cuando dijo que el republicano Donald Trump debe ser derrotado y Clinton y Tim Kaine deben ser elegidos.
"Hermanos y hermanas, vivimos en el mundo real", dijo Sanders. La salida de Wasserman Schultz representa un progreso para "aquellas personas que quieren un cambio real".
La multitud respondió con gritos de "Queremos a Bernie".
La convención fue inaugurada en Filadelfia con Wasserman Schultz ausente de su lugar habitual. Después de meses de presión en aumento, se vio obligada a renunciar en medio del furor provocado por la revelación de correos hackeados que mostraban el apoyo del partido a favor de Clinton sobre Sanders.
Sanders, quien perdió la nominación ante Clinton después de una campaña muy reñida, hizo varios esfuerzos para calmar a sus seguidores. Poco antes de la apertura de la convención envió un mensaje a sus delegados pidiendo "como una cortesía personal para mí que no participarán en ningún tipo de protestas". Sus cercanos trataron de atajar las muestras de descontento.
La exsecretaria de prensa Sanders, Symone Sanders, envió por Twitter un mensaje a los seguidores incondicionales del senador.
"NADIE ROBÓ ESTA ELECCIÓN!", escribió. "El equipo Sanders hizo un trabajo increíble, pero perdimos. Es una dura realidad para algunos".
Pero tuvo poco efecto. Cuando la Reverenda Cynthia Hale mencionó la nominación de Clinton, la multitud estalló en una mezcla de aplausos y gritos de "Bernie, Bernie, Bernie", mientras que los partidarios de Clinton respondieron con gritos de "Hillary".
Otra ronda de aplausos, abucheos y cantos se produjo unos 45 minutos más tarde, cuando la legisladora Marcia Fudge, presidenta de la convención, señaló que habría que poner a Clinton y su compañero de fórmula Tim Kaine en la Casa Blanca.
"Disculpen", dijo Fudge mientras los aplausos y abucheos la interrumpían durante varios segundos. Pidió a los delegados que fueran respetuosos y agregó: "todos somos demócratas y tenemos que actuar como tal".
Donna Brazile , estratega demócrata, quien asumirá el cargo de presidenta provisional de la Convención, intentó calmar a los partidarios de Sanders al ofrecerles una disculpa por el sesgo mostrado en los correos electrónicos hackeados y asegurándoles que su ira no será desestimada. Reconoció que podría tomar un tiempo en sanar las divisiones.
PARTIDOS DIVIDIDOS
Los demócratas llegaron a Filadelfia con la esperanza de evitar el espectáculo de las divisiones partidarias que definieron la Convención Republicana de la semana pasada. El peligro podría ser aún mayor para los demócratas y su virtual candidata. Aunque el senador Ted Cruz fue abucheado en el escenario en Cleveland por negarse a respaldar a Trump, no tiene ni en número ni en devoción los seguidores que Sanders sumó a lo largo de las primarias.
En un evento de campaña con su compañero de fórmula, el gobernador de Indiana Mike Pence, Trump intentó avivar la disidencia entre los demócratas sobre los correos electrónicos.
"Hillary Clinton sabía lo que estaba pasando, sabía todo lo que estaba pasando'', dijo Trump. "Sabía que es un sistema amañado y que Bernie Sanders nunca tuvo una oportunidad. ¿OK? Él nunca tuvo una oportunidad''.
"Muchas de esas personas van a votar por nosotros'', dijo Trump.