LA HABANA.- Las nuevas medidas migratorias anunciadas recientemente por el gobierno cubano han provocado mayoritarias reacciones de satisfacción entre los cubanos residentes en el exterior, hacia quienes van dirigidas estas disposiciones, aunque algunos las consideran insuficientes.
En el grupo de Facebook Aduana y Emigración de Cuba, creado por un periodista cubano y al que tributan antiguos funcionarios de esas instituciones en la isla, si bien se elogia la eliminación de la habilitación del pasaporte de los emigrados, muchos se preguntan hasta cuándo permanecerá el requisito de tener que prorrogarlo cada dos años, cuando es válido por seis.
"Habilitar es la palabra que se utilizaba para no poner visar, y que, por una vez, obligaba a los emigrados cubanos a pagar una cantidad de dinero en su consulado para que le permitieran viajar al país donde nacieron", explicó el administrador de este grupo Roberto A. Paneque, mientras que Luis Pérez Hernández consideró que la llamada habilitación era "un visado permanente para poder viajar a nuestra patria, algo insólito y que desde hace varios años veníamos reclamando".
Otros miembros del grupo residentes en Europa y Estados Unidos claman por la supresión de la prórroga cada dos años del pasaporte y critican la distinción que se hace entre los cubanos que pueden viajar a la isla en embarcaciones y los que no –los residentes en la isla no pueden utilizar esos medios, ni en instalaciones turísticas-.
Las cuatro disposiciones, anunciadas el pasado sábado por el canciller Bruno Rodríguez, son: eliminar de la habilitación del pasaporte para los viajes de los emigrados cubanos; autorizar la entrada y salida de ciudadanos cubanos residentes en el exterior en embarcaciones de recreo; permitir la entrada de los ciudadanos cubanos que salieron ilegalmente del país, excepto aquellos que lo hicieron a través de la Base Naval de Guantánamo; eliminar el requisito de avecindamiento -que implica permanecer en el país por un tiempo determinado- para que los hijos de cubanos residentes en el exterior, que hayan nacido en el extranjero, puedan obtener la ciudadanía cubana y su documento de identidad.
En opinión de las autoridades, estas medidas –que entrarán en vigor el primero de enero de 2018- completan las reformas migratorias adoptadas en 2013 "con el objetivo de normalizar las relaciones de la emigración con su patria" y anunciaron que se están estudiando otros pasos en esa dirección.
Este anuncio tiene lugar luego de que el gobierno de Donald Trump dijera que impondría algunas restricciones a los viajes de los estadounidenses a la isla y emitiera una alerta de viaje, recomendando a sus ciudadanos no trasladarse a Cuba.
Expertos en Estados Unidos coinciden en señalar que las medidas migratorias anunciadas por el gobierno cubano intentan compensar la potencial caída del turismo estadounidense con más viajes de
cubanoamericanos.