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Congreso de EU rechaza construcción de satélites para espiar a Norcorea

Las comisiones de gastos del Congreso bloquearon la propuesta del Pentágono para fabricar pequeños satélites con el fin de monitorear las actividades en países como el gobernado por Kim Jong-un.

Las comisiones de gastos del Congreso estadounidense rechazaron una solicitud del Pentágono de transferir 50 millones de dólares al desarrollo de pequeños satélites comerciales para vigilar a adversarios como Corea del Norte.

La decisión de las subcomisiones de Asignaciones de Defensa de la Cámara de Representantes y el Senado frustró un plan que el Departamento de Defensa había dicho en una solicitud de presupuesto que "impulsaría la comercialización y el uso en tiempos de paz de esa tecnología" para desarrollar un tipo barato de tecnología satelital "capaz de producir imágenes de mediana resolución".

La propuesta del Estado Mayor Conjunto fue recibida con entusiasmo por algunos legisladores en tanto el gobierno de Trump combate el intento de Corea del Norte de desarrollar ojivas y misiles nucleares que puedan alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.

"Es algo que en verdad necesitamos para muchos lugares, en particular en el caso de Corea" para una vigilancia constante, dijo en julio en una audiencia el senador Jack Reed, el principal demócrata de la comisión de Fuerzas Armadas del Senado.

Sin embargo, las solicitudes de desviar –o "reprogramar"- fondos exigen la aprobación de las cuatro comisiones que autorizan y asignan programas de defensa. Si bien las comisiones de Fuerzas Armadas del Senado y la Cámara de Representantes aprobaron el plan, los comités de asignaciones dijeron que no.

La representante Kay Granger, que está al frente del comité de asignaciones de defensa de la Cámara Baja, notificó la decisión a la contraloría del Departamento de Defensa la semana pasada.

La legisladora republicana de Texas objetó los planes de desviar dinero del programa de salud de las fuerzas armadas para canalizarlo a un nuevo incierto proyecto de investigación y desarrollo, según un colaborador que hizo declaraciones a condición de mantener el anonimato.

A Granger también le preocupaba que el dinero pudiera destinarse a compañías sin experiencia en el desarrollo y lanzamiento de satélites, dijo la persona. Habitualmente el desarrollo de satélites militares de vigilancia recae en grandes contratistas de defensa como Lockheed Martin.

El manejo del contrato de satélites habría quedado en manos de la Unidad de Innovación Experimental de Defensa (DIUx) que creó el exsecretario de Defensa, Ash Carter, y aprobó el actual secretario Jim Mattis a los efectos de financiar proyectos innovadores de startups tecnológicas.

Granger también objetó que el desarrollo y posible lanzamiento de nuevos satélites comerciales más pequeños con tecnología de "radar de apertura sintética" (SAR) constituía un programa de compras de gran magnitud, no una actividad que pudiera desarrollarse por medio de una reprogramación, dijo la persona.

El programa de satélites contaba con el fuerte respaldo del general Paul Selva de la Fuerza Aérea, vicepresidente del Estado Mayor Conjunto.

"Entendemos y apreciamos las preocupaciones del comité", dijo en un correo electrónico el teniente general Anthony Ierardi, jefe de Recursos y Estructura de las Fuerzas del Estado Mayor Conjunto, cuando se le preguntó sobre la posición de Granger.

"Consideramos que es una parte importante de nuestras posibilidades y queremos trabajar con los comités respectivos en una solución viable para avanzar".

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