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Cancelan más de 2 mil vuelos por tormenta de nieve en Nueva York

Además de Nueva York, fueron afectados los servicios del aeropuerto internacional Logan, en Boston, que ha suspendido alrededor del 70% de vuelos, además de terminales aéreas de Filadelfia, Washington y Chicago.

NUEVA YORK.- Los tres aeropuertos que atienden la zona metropolitana de Nueva York cancelaron unos dos mil vuelos, alrededor de la mitad de sus servicios, debido a la masiva tormenta de nieve que desde esta mañana afecta a la ciudad.

El aeropuerto John F. Kennedy canceló desde las 11:00 horas locales
todos los vuelos de salida de esta terminal, con lo que en total acumuló una suspensión de casi 700 servicios aéreos, de acuerdo con el sitio Flight Aware.

Asimismo, las terminales aéreas de La Guardia y de Newark, en el estado vecino de Nueva Jersey, suspendieron un número similar de servicios.

El otro gran aeropuerto afectado por la nevada fue la terminal Logan, en Boston, que ha suspendido casi el 70 por ciento de sus vuelos; en tanto que las terminales aéreas de Filadelfia, Washington y Chicago también han dejado de dar cientos de servicios.

En total, han sido cancelados tres mil 542 vuelos de y hacia Estados Unidos durante este jueves, de acuerdo con Flight Aware.

El servicio meteorológico nacional calculó que hasta 30 centímetros de nieve podrían precipitarse sobre Nueva York, por lo que la ciudad emitió una alerta desde la noche del miércoles y hasta las seis de la tarde de este jueves para advertir a los neoyorquinos que dejaran sus viviendas sólo en casos de emergencia.

Las clases en las escuelas y los servicios de los tribunales de la ciudad fueron suspendidos, además de que la sede de la ONU anunció que al menos hasta el mediodía de este jueves mantendría cerradas sus instalaciones debido al "clima inclemente".

Mientras tanto, los autobuses anunciaron que reducirán en un 20 por ciento sus servicios, y el metro informó sobre la suspensión de su servicio expreso.

Más de tres mil empleados de la ciudad han sido comisionados con la dura tarea de mantener, dentro de lo posible, despejadas las calles, para lo que podría ser la más intensa nevada durante este invierno en Nueva York.

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