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Pekín.- La venta de fuegos artificiales con motivo del Año Nuevo chino cayó en forma considerable, luego de que las autoridades pidieran moderación a la población para no aumentar con los petardos la espesa nube de contaminación que cubre a la capital.
En total, unos 270,000 paquetes de fuegos artificiales fueron vendidos desde el 5 de febrero hasta el sábado 9 por la noche, víspera de la festividad y cuando los chinos lanzan petardos para recibir al año nuevo sin malos espíritus.
Ello supone un descenso del 37% respecto a las festividades del 2012, informó Zhou Zhengyu, subsecretario general del gobierno municipal de Pekín.
No es la primera vez que las autoridades de Pekín instan a sus ciudadanos a moderar su consumo de fuegos artificiales por la contaminación en la capital, que en las últimas semanas ha vivido su peor oleada de contaminación en décadas, con las autoridades pidiendo a la población que no salieran a las calles.