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Bruselas se blinda para Cumbre del G-7

Las autoridades belgas decidieron cerrar las fronteras por motivos de seguridad ante la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama y de los gobernantes de los países integrantes del G-7, que se realizará esta semana en Bruselas.

BRUSELAS. Las autoridades belgas decidieron cerrar las fronteras del país por motivos de seguridad en ocasión de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los demás gobernantes del G-7 durante la cumbre de esta semana en Bruselas.

Será la primera vez que Bélgica controle las entradas a su territorio desde la creación del espacio Schengen de libre circulación en la Unión Europea (UE), en 1995.

"Se trata de una manera legal de mantener a posibles perturbadores del orden fuera del espacio Schengen", afirmó Peter Mertens, portavoz del centro de crisis del Ministerio de Interior, al referirse a la seguridad con motivo de la cumbre del miércoles y jueves.

Según el vocero, los controles se efectuarán con base en informaciones recolectadas por la policía y los servicios de seguridad belgas.

Las calles vecinas al hotel donde se hospedará Obama, en el centro de Bruselas, permanecerán cerradas al tráfico durante toda la estadía del presidente, así como las cercanías de la sede del Consejo de la UE, donde se reunirán los gobernantes de las siete mayores potencias mundiales.

Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido tenían previsto inicialmente reunirse en la localidad rusa de Sochi, con la participación de ese país, en el marco del G-8.

Pero la cita fue transferida a la capital belga luego de la decisión de excluir a Rusia del grupo en represalia a la anexión de la ex república autónoma ucraniana de Crimea.

La crisis ruso-ucraniana dominará la agenda del encuentro, aunque fuentes diplomáticas descartan la adopción de restricciones económicas a Moscú por el momento, pese a las repetidas amenazas de la UE.

Hasta ahora, la mancomunidad se ha limitado a suspender los visados y bloquear los bienes de individuos próximos al gobierno del presidente ruso Vladimir Putin.

Otro tema que estará sobre la mesa es el problema de la dependencia energética que tienen la UE y Ucrania de las exportaciones rusas de gas.

Estados Unidos ya prometió facilitar el envío a Europa de gas de esquisto producido en su territorio a bajos costos, pero aún no se ha entrado en los detalles del plan.

Obama llegará a Bruselas luego de reunirse en Polonia con el nuevo presidente ucraniano, Petro Poroshenko, a quien la comunidad internacional solicitó dialogar con los separatistas prorrusos e incluirlos en su gobierno, a fin de permitir la reconciliación nacional.

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