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Brasil: un escándalo de corrupción y dos presidentes en la mira

La red de sobornos en la compañía petrolera estatal Petrobras, ha desatado una ola de investigaciones por corrupción para el exmandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva y para la actual presidenta, Dilma Rousseff. 

Se lo proclamó el artífice de un milagro económico, el hombre que por fin convertiría a Brasil en un país justo y próspero.

Ahora, sin embargo, Luiz Inácio Lula da Silva ha quedado atrapado en una ola de investigaciones de corrupción que recorre el país y pone en aprietos a su sucesora y protegida, la presidenta Dilma Rousseff.

Se trata de un vuelco notable de la situación de da Silva, a quien el mundo entero conoce como Lula. Uno de los políticos más populares de la historia de Brasil, inauguró una era de optimismo que cautivó a los inversores globales y puso a Rousseff camino de la presidencia.

En la actualidad, Lula está cada día más cerca del escándalo que involucra a las figuras políticas y empresariales más poderosas del país.
Rousseff, que enfrenta pedidos de juicio político, se esfuerza por limitar los daños.

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El tema cobró nueva urgencia el lunes con otro arresto vinculado a la red de sobornos en la compañía petrolera estatal Petrobras. Apenas días después de que fiscales federales anunciaran la apertura de una investigación sobre presunto tráfico de influencias por parte de Lula, la policía detuvo a José Dirceu, quien fuera jefe de Gabinete del expresidente.

Las consecuencias políticas y económicas del escándalo de Petrobras han infligido un duro golpe a Brasil. El país, que era el niño mimado de Wall Street, ve ahora cómo lo abandonan muchos inversores en bonos, a lo que se suma este año la caída de su moneda, el real.

Ni Lula ni Rousseff tienen en la actualidad el apoyo necesario para volver a ganar la presidencia, y un regreso del exdirigente sindical parece improbable, dijo Mauro Paulino, que dirige Datafolha, una compañía encuestadora con sede en Sao Paulo. Su Partido de los Trabajadores, de orientación izquierdista, tiene el menor respaldo desde la década de 1980, según Datafolha, asegurando que han perdido apoyo en todos los segmentos.

Lo rechazan todos los segmentos y regiones de Brasil, hay un vacío de poder y una falta de dirreción

MÁS VULNERABLE

La situación podría agravarse. En momentos en que su mentor y protector político está a la defensiva, Rousseff es más vulnerable a los intentos opositores de desalojarla del poder. Los legisladores critican cada vez más las medidas de austeridad destinadas a apuntalar la salud financiera de Brasil.

Hasta los inversores en bonos basura se hacen a un lado a la espera de una mayor declinación de los precios, dijo Klaus Spielkamp, jefe de ventas de renta fija de Bulltick LLC.

Spielkamp, consideró que por el nivel del problema no le ve un final pronto e incluso aseguró que no tiene fin. 

El problema político podría persistir durante mucho tiempo


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ECONOMÍA ESTANCADA

Hace una década Lula, de 69 años, desgastado por un escándalo de compra de votos amenazó su presidencia. Pero eso fue cuando la economía estaba en auge y millones de brasileños fueron saliendo de la pobreza. Esos avances económicos ayudaron a Lula para que Rousseff fuera elegida y así poder mantener sus aliados unidos.

Ahora que la economía se ha estancado y los fiscales están investigando si Lula utilizó su influencia para ayudar a la empresa constructora Odebrecht S.A. con contratos triunfo en Panamá y Venezuela entre 2011 y 2014, Lula niega las acusaciones, diciendo que tratan de dañar su imagen.

Pero a medida que la popularidad de Lula disminuye, también lo hace su capacidad de proteger políticamente a Rousseff. Incluso se ha llegado al extremo de criticar públicamente a sus exprotegida, culpándola por la rápida inflación y por no mantener los derechos de los trabajadores desde su reelección en octubre pasado.

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"ELLA ESTÁ AISLADA"

Con Lula y otros en el PT distanciándose de los recortes en pensiones y beneficios laborales destinadas a salvaguardar la calificación crediticia de la nación, Rousseff parece estar cada vez más abandonada y paralizada, según Alexandre Schwartsman, exdirector del Banco Central y socio gerente de Schwartsman y Asociados.

Ella está aislada en el palacio, abandonada incluso por su propio partido

Gran parte del apoyo que han perdido Rousseff y Lula proviene de los nuevos votantes de clase media que están luchando por hacerse de automóviles o pagos hipotecarios debido a las altas tasas de interés.
Incluso las personas de bajos ingresos, base tradicional del PT, se han desilusionado ya que la inflación ha erosionado su poder adquisitivo.

"Yo estaba mejor antes de que Lula asumiera el cargo. De hecho, el dinero me alcanzaba ", dijo Francisca das Chagas, de 37 años, quien limpia oficinas en Brasilia.

LAS PROBABILIDADES DE JUICIO POLÍTICO

Sobornos que involucran contratistas de Petrobras han dado lugar a la investigación de al menos 70 políticos y ejecutivos. Muchas de las acusaciones se remontan a la administración de Lula, Rousseff cuando era presidente de la compañía petrolera.

De acuerdo a un sondeo del 12 al 16 de julio, hecho por la MDA, indican que aproximadamente dos tercios de los brasileños dicen que Rousseff y Lula son responsables del escándalo de corrupción.

Rousseff ha negado haber actuado mal y dijo que nunca vio signos de corrupción. Las oficinas de prensa de Lula y Rousseff no quisieron hacer comentarios para este artículo y el Partido de los Trabajadores tampoco respondió a un correo electrónico en busca de comentarios.

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