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Botsuana limita caza de elefantes solo en zonas de cultivo

Tras haber levantado la prohibición a la caza de paquidermos, el gobierno del país africano detalló cómo funcionará este plan.

Botsuana, donde viven dos quintas partes de los elefantes africanos del mundo, trató de disipar las preocupaciones de los guías de turismo fotográfico y conservacionistas un día después de levantar la prohibición de la caza de animales.

Kitso Mokaila, ministro de Medio Ambiente del país, dijo este jueves que aunque pronto se decidirán los límites de la caza de elefantes, se asignarán a las áreas donde los animales entran en contacto con los agricultores y no en las áreas que actualmente se utilizan para safaris fotográficos.

Cyril Taolo, subdirector del Departamento de vida silvestre, detalló que cuando se había permitido la caza antes de 2014, se habían asesinado menos de 400 paquidermos al año.

La decisión, que fue precedida por meses de debate nacional, ha provocado una reacción violenta en los conservacionistas y en Ian Khama, expresidente del país. Consideró que el cambio en la política dañará el turismo y que está diseñado para ganar votos rurales para el partido gobernante en las elecciones este año.

"Es una medida política y no es lo mejor para la conservación en Botsuana", comentó Jason Bell, vicepresidente de conservación y rescate de animales del Fondo Internacional para el Bienestar Animal, en un comunicado.

"Se está utilizando a los elefantes como chivos expiatorios políticos, pero a un costo enorme. Además, a las comunidades locales no se les ha dicho la verdad. La caza no hará nada para aliviar el conflicto entre humanos y elefantes".

El turismo representa una quinta parte de la economía y depende en gran medida de los 160 mil paquidermos del país.

"No será ad hoc y no se trata de reducir las cifras", señaló Mokaila a los periodistas en Gaborone, la capital. "Tampoco vamos a convertir ninguna concesión de turismo fotográfico en concesiones de caza porque creemos que la fotografía es la más sostenible para los ingresos en las comunidades, solo que su pago es lento".

Algunos de los ingresos de la caza de los elefantes, que cuestan alrededor de 45 mil dólares cada uno en los países vecinos, se distribuirán a las comunidades afectadas por estos animales que a veces destruyen cultivos y ocasionalmente matan a personas, expuso anteriormente el gobierno.

"La decisión de Botsuana de volver a abrir la caza es triste para nosotros y para muchos en el país", escribió en Twitter Dereck Joubert, cineasta y conservacionista que trabaja con National Geographic.

"El turismo es el sustento de nuestra gente en el norte de Botsuana. Más de 40 por ciento de los empleos está en el sector del turismo. El impacto negativo y el daño reputacional es real".

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