Mundo

Boris Johnson presenta propuesta 'constructiva y razonable' para el Brexit

La propuesta británica no incluye controles aduaneros en la frontera irlandesa, explicó el primer ministro en la conferencia anual del Partido Conservador.

El primer ministro británico, Boris Johnson, enviará este miércoles lo que llamó una propuesta de acuerdo sobre el Brexit "constructiva y razonable" a la Unión Europea, y advirtió que el incumplimiento del plazo de salida británica a fin de mes tendrá consecuencias graves para la confianza en la democracia.

A su vez, la Unión Europea indicó que someterá cualquier propuesta de Johnson a un estricto examen legal antes de decidir si es digna de servir de base para futuras conversaciones.

La Comisión Europea informó en un comunicado que "una vez recibido, examinaremos (el texto británico) objetivamente y a la luz de criterios conocidos", lo que incluye si impedirá la instalación de una frontera dura en la isla de Irlanda, mantiene la cooperación entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte y respeta las normas de la UE sobre el comercio transfronterizo.

El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, se disponía a reunirse con Johnson en las próximas horas y también se prevén conversaciones técnicas entre las partes.

En un discurso para clausurar la conferencia anual del Partido Conservador, Johnson prometió que la propuesta británica no incluye controles aduaneros en la frontera irlandesa.

Reino Unido decidió abandonar la UE en un ajustado referendo en 2016, pero sigue dividida sobre los términos del divorcio.

Describiendo la oferta británica a la Unión Europea, Johnson insistió en que "bajo ninguna circunstancia" habrá controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte. La cuestión de la frontera entre Irlanda, miembro de la UE, e Irlanda del Norte, que forma parte de Reino Unido, ha sido uno de los principales obstáculos en las conversaciones.

El mandatario describió su propuesta como "un compromiso constructivo y razonable", pero era probable que el texto encontrase escepticismo entre los líderes europeos, que dudaban que Reino Unido tuviera un plan viable para evitar controles sobre personas o mercancías en la frontera irlandesa.

Johnson ha dicho que abandonará las conversaciones con la UE si el bloque se niega a "implicarse" con el plan británico.

El Parlamento británico rechazó en tres ocasiones el acuerdo de salida alcanzado entre la UE y la predecesora de Johnson, Theresa May, debido principalmente a la oposición a la "salvaguarda" irlandesa, una cláusula que pretendía garantizar que no volverían a instalarse puestos de aduanas ni otras infraestructuras en la frontera irlandesa.

Una frontera abierta es crucial para la economía local y para el proceso de paz en Irlanda del Norte, pero los defensores británicos del Brexit se oponen a la salvaguarda porque mantendría a Reino Unido sujeto a las normas comerciales de la UE para evitar controles aduaneros, limitando la capacidad del país de cerrar nuevos acuerdos comerciales con otros países.

Por ahora, Londres ha planteado sustituir la salvaguarda por una zona común para ganado y otros productos agrícolas, así como "soluciones tecnológicas" que en su mayor parte no se han probado.

Según el Daily Telegraph, el nuevo plan de Reino Unido propone mantener a Irlanda del Norte en una zona con regulación común con la UE para alimentación, ganadería, agricultura y productos industriales hasta 2025. La UE ha rechazado por ahora cualquier propuesta con un límite de tiempo.

Johnson señaló el martes por la noche que convencer a la UE para llegar a un acuerdo no sería "un paseo por el parque", pero que veía posible conseguirlo a tiempo para la crucial cumbre de jefes de gobierno del bloque convocada en Bruselas el 17 y 18 de octubre.

El primer ministro aseguró que el país puede sobrellevar los efectos de una salida sin acuerdo, que supondría la imposición automática de controles aduaneros y otras barreras entre Gran Bretaña y la UE, su mayor socio comercial.

Pero tanto el Gobierno como las empresas británicas creen que las complicaciones serían considerables, y el flujo de mercancías que llegan a Gran Bretaña a través del importante puerto de Dover se reduciría a la mitad.

Muchos parlamentarios quieren evitar el llamado Brexit "duro" y han aprobado una ley que obliga al gobierno a pedir un aplazamiento del Brexit si no consigue un acuerdo con la UE para el 19 de octubre. Johnson ha dicho que no lo hará, aunque también insiste en que obedecerá la ley.

También lee: