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BEIRUT.-En una de las jornadas más sangrientas en los siete años de guerra en Siria, al menos 221 personas murieron y más de 170 resultaron heridas tras una serie de atentados en la ciudad de Al Suwaida y sus alrededores, en el sur del país, reivindicados por el Estado Islámico (EI).
Tres atacantes suicidas detonaron sus cinturones explosivos en un mercado de la ciudad de Al Suwaida y minutos después otro kamikaze se inmoló a unos 200 metros, mientras otras explosiones se produjeron en localidades al norte y este de esa ciudad, en los poblados de Al Mutna, Duma, Taima y Al Shabki, informó la agencia nacional Sana.
Entre las víctimas mortales figuran 94 integrantes de las fuerzas del régimen sirio y 127 civiles, incluidos nueve mujeres y un niño, según el balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, pero que cuenta con una amplia red de activistas en la nación.
Agregó que con estos ataques, los yihadistas buscan reposicionar sus fuerzas, que sólo controlan tres por ciento del territorio, tras el avance de las tropas sirias, apoyadas por los ejércitos ruso e iraní.
En un comunicado, el EI aseguró que "soldados del califato" atacaron posiciones de seguridad y blancos del gobierno sirio en Al Suwaida, capital de la provincia con el mismo nombre.
Según el OSDH, violentos enfrentamientos se están desarrollando al norte de esa provincia, tras los ataques del EI y después de que se hizo del control de las poblaciones de Al Mutna, Duma, Al Shabki, Al Shurahi y Tel al Basir.
El régimen del presidente Bashar al Assad intenta recuperar el dominio de esos pueblos con bombardeos en la zona.
La agencia Sana consideró que los atentados pretendían "disminuir la presión militar" contra reductos yihadistas "en la provincia de Deraa".
En las últimas semanas, el régimen y su aliado han implementado una ofensiva para "barrer a los rebeldes" de las zonas que controlan.
La provincia de Al Suwaida había quedado, hasta ahora, al margen de los horrores de la guerra que inició en marzo de 2011, que ha provocado más de 500 mil muertos y 12 millones de desplazados, principalmente hacia Europa.