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Simon Dorante-Day, el hombre que asegura ser hijo ilegitimo de Carlos III y nieto de la reina Isabel II

Simon Dorante-Day ha tratado durante años que el rey Carlos III y su esposa Camila lo reconozcan como hijo; ahora solicitaría una prueba de ADN.

Simon Dorante-Day, un hombre de 56 años de Queensland, Australia, afirma ser hijo ilegitimo del rey Carlos III de Gran Bretaña y de Camila y ya ha solicitado una prueba de ADN para confirmar sus sospechas, afirman medios locales.

El hombre lleva meses realizando estas declaraciones, que dice que son el resultado de décadas de investigación; sin embargo, tras la muerte de la reina Isabel II, sus comentarios tomaron notoriedad.

El 8 de septiembre, día del fallecimiento de la monarca británica, Dorante-Day lamentó la pérdida “de su abuela” y se dijo “afectado” por la noticia.

“Desde que me enteré de la pérdida de mi abuela Lilibet, me han inundado mensajes de condolencias por la pérdida. Gracias a todos por sus amables palabras, pensamientos y preocupación”, escribió en redes sociales el australiano.

“Como muchos de ustedes han expresado, mi familia y yo estamos de luto no sólo por la pérdida de su majestad, sino también por la pérdida de otra oportunidad para resolver este problema agradablemente, de la manera correcta”, añadió.

Tras estas declaraciones, medios de comunicación australianos se pusieron en contacto con el aspirante, quien declaró que está más comprometido que nunca a llevar al rey Carlos III a los tribunales para que le hagan una prueba de ADN.


“Ha habido una discusión entre un juez y yo y su abogado sobre la posición legal de Carlos y si el monarca está protegido por la ley o está por encima de la ley”, dijo a 7news.

“Mucha gente estaba preocupada de que cuando Carlos III se convirtiera en monarca, eso dañaría mi caso. Pero no va a hacer ninguna diferencia legalmente, sigue avanzando de la misma manera”, aseguró.

Carta a la reina Isabel II

De acuerdo al medio australiano, desde la muerte de la reina Isabell, Dorante-Day reveló que había escrito una carta privada a la reina Isabel II con la esperanza de que interviniera y alentara a Carlos a someterse a una prueba de ADN.

Dijo que estaba decepcionado de que ella hubiera muerto sin haber respondido nunca.

“No hubo respuesta a la carta que le escribí, y esa ventana de oportunidad se ha cerrado”, dijo.

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