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Mientras México quiere abrir las escuelas, en Argentina las cierran por segunda ola de contagios

La decisión de abrir los colegios se ha convertido en el último punto de conflicto político en ese país.

La decisión de Argentina de cerrar las escuelas se ha convertido en el último punto de conflicto político entre el Gobierno federal y la ciudad de Buenos Aires, dirigida por la oposición, mientras el país se dirige a una segunda ola de COVID-19.

El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, dijo que su Administración pedirá a la Corte Suprema una medida de protección para continuar con las clases presenciales en las escuelas de la capital del país, un día después de que el Gobierno anunciara restricciones más estrictas en el Gran Buenos Aires hasta fines de abril.

Después de disfrutar inicialmente de una gran popularidad y un sentido inusual de unidad política al comienzo de la pandemia, las restricciones de movilidad y las medidas de confinamiento se han convertido en un tema cada vez más divisivo entre el Gobierno nacional y la oposición. Una nueva ronda de medidas, que incluyen restricciones a la circulación a partir de las 8 p.m. y prohibición de reuniones sociales y actividades en espacios cerrados, recibió fuertes críticas seis meses antes de las cruciales elecciones de mitad de período.

La política más divisiva de todas fue la decisión de terminar con la asistencia presencial a las aulas. Argentina prohibió las clases presenciales durante todo 2020 como parte de uno de los cierres más estrictos del mundo y en medio de la presión de los sindicatos de docentes que tienen vínculos con la alianza peronista gobernante. Las escuelas reabrieron hace casi dos meses en la capital.

Las nuevas medidas se conocen tras una decisión la semana pasada de restringir la circulación a partir de la medianoche ante el aumento de casos en la ciudad. Sin embargo, las políticas anunciadas el miércoles por el presidente Alberto Fernández no se discutieron con la ciudad antes del anuncio, lo que marca un cambio de estrategia con respecto a decisiones anteriores, dijo Larreta.

“El Gobierno nacional decidió romper el mecanismo del diálogo y consenso que veníamos sosteniendo hace más de un año”, dijo en una conferencia de prensa el jueves. Larreta se reunirá con Fernández en la residencia presidencial el viernes a las 10 a.m.

Si bien las restricciones son obligatorias para la ciudad y el Gran Buenos Aires, Fernández también alentó a otras provincias a seguirlas voluntariamente. Algunas provincias, como Córdoba, Mendoza y Santa Cruz, ya han dicho que no lo harán.

Argentina reportó una cifra diaria récord de más de 27 mil nuevos casos de COVID-19 esta semana, con un total de muertes por el virus desde marzo de 2020 que se acerca a las 60 mil personas. El país ha aplicado casi 6 millones de dosis de vacunas, lo que equivale al 11 por ciento de su población, según el rastreador de vacunas de Bloomberg.

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