Monterrey

Ulises Rivera: Sistemas fotovoltaicos, ¿soberanía o seguridad energética?

El rol del estado debe ser garantizar la seguridad de suministro y no la soberanía del sector, con bases constitucionales.

Hoy en día por ley constitucional, la CFE ya no es el responsable absoluto de proveer la energía eléctrica necesaria para sostener la demanda de México, ya pueden participar particulares en esta tarea vendiendo energía o produciéndola para autoconsumo. A partir de la reforma energética firmada y votada en el 2015 para ser promulgada en el 2016 la CFE dejó de ser una empresa paraestatal para tomar una figura legal de empresa productiva del estado. Dicho lo anterior el único objetivo actual de CFE es ser rentable, en otras palabras, al dejar de ser rentable financieramente se habilitan mecanismos legales para que mediante un proceso legislativo el gobierno federal esté obligado a vender la empresa a la iniciativa privada para garantizar un bien estratégico para el país, como lo es, la energía eléctrica.

Dicho lo anterior vivimos en un estado democrático, donde al menos, en temas de energía y energéticos el rol del estado debe ser garantizar la seguridad energética y no la soberanía energética, con bases constitucionales.

La semana pasada, la Secretaría de Energía del gobierno federal, extralimitó sus facultades y alcances, ordenando a la CENACE (Centro Nacional de Control de Energía) al cambiar las prioridades de compra de energía para inyectar a la red, comprando primero a las plantas de CFE y después al resto de proveedores. Lo anterior bajo el argumento de defender la soberanía energética y privilegiando a las empresas del estado antes de las empresas privadas. La norma operativa de la CENACE privilegia inyectar energía eléctrica primero las fuentes más baratas o menos costosas por kWh y conforme se vaya requiriendo más ir inyectando las más caras. Este principio busca que al final del día invariablemente estará forzado a ser lo menos costoso, de lo contrario, inyectando primero las capas más caras el precio promedio ponderado del día estará invariablemente más alto.

Bueno bueno, y esta aberración de la secretaría de energía y gobierno federal actual, ¿cómo te impacta o nos impacta a todos?, pues muy simple, la tarifa actual facturada en tu recibo de CFE está entre un 15-25 por ciento subsidiada, esto es que, la CFE termina vendiendo y facturando por debajo del precio de compra (actualmente a números gruesos, poco más del 45 por ciento de la energía consumida en el país que es inyectada a la red por empresas privadas y en un alto porcentaje son de fuentes limpias y renovables, lo que quiere decir que son más baratas en al menos un 70 por ciento vs los costos de producción de las plantas de CFE). Si bien es cierto, la tarifa eléctrica puede ser que no se haya modificado ni para arriba ni para abajo, el gasto del gobierno para sostener dicho subsidio si se verá incrementado ya que el precio pagado por CFE para la energía facturada a los consumidores será en su mix de precio promedio ponderado diario más caro. En otras palabras significa que el gobierno está destinando recursos escasos comprando energía cara y dejando de canalizar esos recursos a apoyos en programas sociales, de salud o reactivación económica en tiempos que se antojan ahorrar por todos lados.

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El autor es Consultor en Energía Becquerel Power®.

Opine usted: urivera@becquerelpower.com

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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