Monterrey

Thomas Michael Hogg: Las buenas noticias para 2021

Durante la pandemia hemos escuchado muchas malas noticias. ¿Realmente hay buenas noticias que nos indican un mejor 2021?.

Durante el año, diversos organismos ajustaron sus proyecciones del PIB mexicano para el 2020. Sigue siendo negativo, pero el nivel de la caída se amortiguó en muchos pronósticos y se proyecta que la economía mexicana no se disminuye doble dígito en comparación con el 2019. Para el 2021 el PIB mexicano se pronostica con un crecimiento de hasta tres por ciento. La economía de China con un fuerte repunte en 2021 podría hacer crecer el comercio global. El nuevo paquete de estímulo en EUA con préstamos y subvenciones para reactivar la economía puede aportar a las cadenas de valor regionales en Norteamérica.

En octubre las exportaciones mexicanas registraron su mayor valor desde que hay registro, es decir, desde 1991, y ojalá ese superávit comercial se convierte en una mayor inversión en 2021. Una buena noticia ha sido que en especial la industria manufacturera recuperó el dinamismo.

Aunque con un avance muy mínimo, a finales de noviembre 68 proyectos de infraestructura fueron anunciados con la presencia del presidente AMLO y el líder del CCE Carlos Salazar. El nuevo presidente electo de EUA, Joe Biden, se comprometió recientemente con AMLO a construir una sólida relación con México y ha declarado respetar el T-MEC. El T-MEC sigue siendo la oportunidad más importante para México porque más del 15 por ciento de todo el comercio mundial se realiza en la región.

El tipo de cambio sigue siendo estable con un peso resistente. Y parece que la vacuna desarrollada por la firma alemana BioNTech (Pfizer) será efectiva. En fin, considero que la mejor noticia es que el 2021 muy probablemente no puede ser peor que el 2020.

Pero la realidad mexicana para el 2021 muestra un futuro muy retador. La economía global enfrenta una disrupción financiera y digital nunca antes visto. Solamente países, economías y empresas resilientes han podido aguantar el golpe de la crisis. Miles de empresas formales en México tuvieron que cerrar. La falta de aciertos en las políticas económicas y la cautela en las inversiones o en el apoyo a las PyMEs desaniman la generación de empleo.

La incertidumbre política añadido por las elecciones estatales podrían tener implicaciones económicas por la falta de asignación y circulación de recursos de forma adecuada. Aún no se han definido las condiciones para propiciar la inversión del sector privado o de empresas extranjeras.

Aun así, en un estudio que recientemente realizamos en TMH Consulting & Investment Group el 66 por ciento de los Empresarios/as y Directivos encuestados proyecta un crecimiento en sus ventas de más de 10% en 2021. El 96 por ciento proyecta una rentabilidad positiva.

Para fortalecer y recuperar la economía es crucial tener una mayor competitividad y tener liquidez. Esas serán las dos grandes tareas de la Alta Dirección. La mejora del modelo de negocio con un balance en la creación de valor para clientes, empleados y accionistas se vuelve complejo pero no imposible.

Los empresarios/as son responsables de generar riqueza y no sólo para los dueños de los negocios sino también para el cliente y el empleado. Deben elegir el camino hacia un mayor involucramiento, aunque sea tedioso, para desarrollar empresas más productivas y rentables, exigiendo su propio potencial. El enfoque hacia una mayor productividad laboral, el desarrollo de mejores prácticas, la especialización y exportación serán indispensable para tener éxito empresarial en los siguientes años. Al mismo tiempo, los Mexicanos deben involucrarse aún más para exigir al Gobierno Federal y Estatal en la generación de condiciones favorables para las empresas y el empleo.

Las tasas de inversión tanto pública y privada tienen que recuperarse y aumentarse. La compleja tarea de alinear políticas fiscales, comerciales y monetarias debe abordarse con un enfoque integral y unido para así lograr una mayor inversión y más empleo. El acceso a créditos con tasas y garantías más razonables es otra exigencia que se debe lograr. Lo más importante es que el Gobierno escuche al sector privado y se rodea con expertos.

Hay que darle de nuevo sentido al "Sí se puede" mexicano. Considero que la iniciativa privada será como siempre la solución de sacar adelante al país. Como dijo el gran empresario Don Lorenzo Servitje: "Los empresarios no nos desanimamos a la primera. Somos como lagartijas apedreadas: sabemos correr, escondernos, defendemos y estar alerta. El empresario / la empresaria tiene el empuje hacia la acción (con principios y valores) y es un(a) profesional de la eficacia. Para llegar aún más lejos se requiere: trabajo, dedicación, austeridad, esfuerzo y exigencia diaria".

Ánimo México. Les deseo una bendecida navidad y un exitoso 2021.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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