Monterrey

¿Somos una ciudad cosmopolita?

En realidad, la palabra cosmopolita proviene de un término griego que en el idioma español se interpreta como “ciudadano del mundo”.

Hace muchos años platicando con un buen amigo, quien fuera el Cónsul de Canadá en Monterrey y que se llama Ian Burchet, comentábamos qué es lo que hace a una ciudad que tenga la categoría de cosmopolita. Su respuesta fue: "Guillermo, si tú en tu ciudad puedes levantar el teléfono y rentar un elefante hindú, manipulado por un finlandés de dos metros que en las alforjas traiga unas trufas de chocolate belgas y unas flores exóticas neozelandesas, entonces vives en una ciudad cosmopolita".

Estimado lector, abro mi editorial con esta cita de mi amigo porque últimamente los precios de las cosas en la Ciudad de Monterrey han estado subiendo estrepitosamente, sin ton, ni son o razón, y esto podría explicarse por esta situación cosmopolita.

En realidad, la palabra cosmopolita proviene de un término griego que en el idioma español se interpreta como "ciudadano del mundo". Se trata de un adjetivo que permite describir a todo aquello que resulta común a los países.

De la misma forma, también habría que subrayar que hoy día el término cosmopolita es muy utilizado para hacer referencia a diversas ciudades del mundo. En concreto, cuando se utiliza dicha palabra para referirse a una urbe en particular lo que se quiere decir es que en ella viven muchas personas de diferentes lugares del mundo, que conviven muchas culturas y que está abierta a todo tipo de influencias culturales, vengan de donde vengan.

Otro amigo que tiene departamento en Manhattan me comentaba que él pagaba lo mismo por los servicios allá que aquí, en cuanto a gas, agua y electricidad, pero, ¡Ojo!, estamos hablando de una de las siete ciudades más cosmopolitas y caras del mundo.

El punto es que para que una ciudad sea un lugar con valores en sus inmuebles, ya sea a la venta o a la renta alta, también debe ser un lugar con una gran infraestructura en muchos sentidos como: carreteras; avenidas bien trazadas; medios de transportes suficientes, con rutas eficientes; parques urbanos bien hechos y bien conservados.

Adicionalmente, se debe ser una urbe con una amplia gama de lugares de recreación y cultura, así como construcciones vanguardistas.

De hecho, una vez recogí a otro amigo en el aeropuerto a las 10 de la noche entre semana, y para las 10 y media ya estábamos en la zona turística del Centro de Monterrey, y ¡Oh sorpresa! A esta hora, pues ni un Vips, Samborns o "N" restaurante lo encontramos con servicio, ya que a las 10 y media cierran las cocinas entre semana.

Obvio que esta persona que vive en Estados Unidos, pero nacido y educado hasta la universidad aquí en Monterrey, pues se quejó mucho de esta situación y dijo: ¿Y así quieren ser una ciudad cosmopolita?

Otro factor importante es el servicio y la capacidad de tener la visión de resolver situaciones especiales y no poner la cara de "what", cuando a la gente que se le ofrece un servicio, se le presenta una situación diferente.

Bajo mi visión estimado lector, una ciudad cosmopolita es flexible, dinámica y abierta a situaciones nuevas, y no cerrada, cuadrada, arcaica y regionalista, aquí pregunto:¿Por qué para sus valores en los inmuebles, Monterrey sí quiere ser cosmopolita, pero para sus servicios y trato a la gente sigue siendo muy "old fashion"?

Monterrey tiene un gran potencial y hoy por hoy es una de las ciudades con los mayores crecimientos habitacionales e industriales del País, así que sus planificadores urbanos deben "ponerse las pilas" en el cambio y mejorar algunos aspectos como: actitud, capacitación y servicio, que son elemntos muy sencillos.

¡Hasta la próxima!

El autor cuenta con más de 25 años de experiencia en el ramo de los bienes raíces en materia de comunicación, campañas y lanzamiento de proyectos inmobiliarios.

Opine usted: guillermogodinez9@hotmail.com

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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