Monterrey

Se confirma “maldición”

Entre los riesgos a corto plazo señalados en el informe de Banxico está que diversas empresas pospongan o cancelen planes de inversión.

Conforme nos acercamos al cierre de la primera mitad del año, se siguen presentando signos de desaceleración en la economía mexicana, en el gasto público, la actividad económica, el empleo, las expectativas de los especialistas y la confianza de los consumidores.

La perspectiva de corto plazo podría complicarse aún más, si tomamos en cuenta las recientes amenazas del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aumentar de manera gradual los aranceles a las importaciones procedentes de México.

Esto tendría consecuencias negativas para el comercio exterior de México, lo cual se extendería a diversos sectores manufactureros, así como a los exportadores de bienes agrícolas, y los productos derivados de éstos.

Lo anterior sería una confirmación de la "maldición del primer año", fenómeno que se ha presentado de manera recurrente en las últimas décadas durante los cambios de administración presidencial en México.

De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el gasto del Gobierno Federal se redujo 6.4 por ciento en términos reales durante los primeros cuatro meses del año, en relación al mismo periodo del año pasado.

La caída del gasto fue más pronunciada en la inversión física y las obras públicas, que se redujeron 56.7 y 52.6 por ciento en el periodo mencionado.

Otros renglones de gasto afectados en los primeros cuatro meses del año fueron las compras de materiales y suministros, que se contrajeron 28 por ciento y los sueldos y salarios, que experimentaron una reducción de 7.2 puntos porcentuales en el periodo mencionado.

Como resultado de lo anterior, el productor interno Bruto (PIB) de México experimento un crecimiento de solo 1.2 por ciento en el primer trimestre del año. Los sectores más afectados fueron la minería, con una reducción de 7.6 por ciento y la construcción con una caída de 0.8 por ciento.

Los sectores que registraron mayores incrementos en el primer trimestre fueron los servicios de apoyo a los negocios, que crecieron 7.7 por ciento y los servicios financiaros y de seguros, que registraron una tasa de 6.8 puntos porcentuales.

El empleo también ha sido afectado por la desaceleración. La población ocupada en el país disminuyó en 42 mil personas durante el primer trimestre de 2019, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

La desaceleración de la economía ha sido incorporada en las perspectivas de corto plazo. El último informe trimestral del Banco de México señala lo siguiente: "Las perspectivas de crecimiento de la economía mexicana para 2019 se revisan de una expansión esperada de entre 1.1 y 2.1 por ciento en el informe anterior a una de entre 0.8 y 1.8 por ciento. Para 2020, se continúa esperando que el crecimiento del PIB se ubique en un intervalo de entre 1.7 y 2.7 puntos porcentuales".

El Informe de Banxico señala algunos riesgos en el corto plazo. Uno de ellos es que se deteriore el ambiente de incertidumbre que ha venido afectando a la inversión, y que esto ocasione que diversas empresas pospongan o cancelen sus planes de inversión o que los consumidores reduzcan su gasto de manera precautoria.

Este escenario también se manifiesta en la última Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, levantada por el Banco de México en la última semana de mayo.

Los analistas del sector privado pronostican un crecimiento de 1.32 por ciento para 2019, tres décimas de punto menos que el recabado en la encuesta anterior (1.52 por ciento).

El deterioro en las expectativas se nota también en los indicadores cualitativos recogidos en la encuesta. La proporción de analistas que consideran que el clima de negocios mejorará en los próximos seis meses pasó de 16 a 5 por ciento, mientras que ninguno (0 por ciento) de los especialistas privados consideran que el momento actual es adecuado para realizar inversiones en nuestro país.

El pesimismo prevaleciente se contagió a la confianza de los consumidores. El Índice de Confianza del Consumidor (ICC), elaborado conjuntamente por el INEGI y el Banco de México, disminuyó 1.1 por ciento en mayo, acumulando cuatro meses consecutivos a la baja.

El renglón más afectado del ICC fue el de las perspectivas que tienen los consumidores sobre la situación esperada de la economía mexicana en los próximos doce meses, comparada con la actual, que disminuyó 2.2 puntos en mayo.

En cuanto al comportamiento del empleo, el subíndice del ICC que considera la situación esperada del empleo dentro de doce meses, disminuyó 2.4 puntos en el mes de referencia.

El autor es economista de la UANL, con Doctorado en la Escuela de Graduados de Administración y Dirección de Empresas (EGADE) del ITESM. Es profesor de la Facultad de Economía de la UANL y miembro del SNI-Conacyt.

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