Monterrey

Sara Lozano: Dos marchas y un #ColoquioMPCmx

Necesitamos formas para dialogar con el gobierno, no sólo protestar, sino instrumentos para la propuesta.

El fin de semana pasado tuvimos dos marchas que replicaron lo que se reclamaba a nivel nacional. Una la desató el triste asesinato de Abril, el performance de #ElVioladorEresTú, ante las decisiones del Poder Judicial y posterior suspensión de jueces por el asunto de un feminicidio que es, pero dijeron que no era para facilitar la defensa del sospechoso principal. La otra, convocaba al rescate de México y, a la par, la verbena popular en el zócalo por el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Creo que nunca se había lanzado tanta gente a las calles en este país, en esta ciudad, en un fin de semana. En ambos casos era la protesta. La propuesta parece no tener vía en este país, porque no existen instrumentos de participación ciudadana efectivos. Lo he escrito muchas veces de diferentes formas y bajo diferentes enfoques en esta columna; nuestras leyes, de consulta o de participación ciudadana, tiene instrumentos que no funcionan sólo por existir, les falta certeza, claridad, flexibilidad, posibilidad para que la ciudadanía los use; más bien, están hechos para ser utilizados a discreción de las autoridades, de las personas que forman parte del Gobierno y de las instituciones públicas, si es que algún día llegan a votarse.

No me pierdo entre los muchos nombres que tienen –consulta, iniciativa, plebiscito o referéndum, revocación o aclamación– los mecanismos que funcionan deberían cumplir tres cosas: 1) poder ser activados por la ciudadanía, 2) pasar por las urnas y 3) vincular a las autoridades responsables en caso de salir favorable.

En cuanto a ser activado por la ciudadanía, se da a través de un porcentaje de firmas o alguna forma que muestre que hay interés públicos. En la Ley Federal de Consulta Popular se pide el dos por ciento–igual que en Nuevo León–, la querían bajar a algo así como el 1.36 por ciento, distribuidos en todo el país. Es mucho si considera que ese mismo interés público demostrable que se le pide a una agrupación que quiere ser partido político es del 0.26 por ciento. Esto es, por cada 200 ciudadanos que dan una firma para hacer una consulta popular, un nuevo partido político necesita 26.

La segunda condición es votarse, desafortunadamente en México ninguna lo ha logrado, las cuatro iniciativas de 2014 fueron desechadas por la Suprema Corte de Justicia. En Nuevo León ha habido 20 iniciativas y sólo una llegó a las urnas.

La tercera condición es ser vinculante, en el país se necesita que al menos el 40 por ciento de la población salga a votar y que la mitad más uno la apruebe. Nuevo León exige que al menos ese porcentaje de la población la apruebe, la más alta incluso en Latinoamérica, no creo que algún candidato haya logrado este porcentaje a favor.

Se necesitan formas para dialogar con el gobierno, no sólo marchas para la protesta, sino instrumentos para la propuesta. En atención a esto la Comisión Estatal Electoral, @ceenlmx, organiza el Coloquio Nacional de Mecanismos de Participación Ciudadana, #ColoquioMPCmx, en la escuela de gobierno y administración pública del Tec de Monterrey, @EGobiernoyTP, para que existan canales de diálogo efectivos dirigidos a quienes toman decisiones y quieren mostrar una verdadera apertura con la ciudadanía. Entre el 9 y el 11 de diciembre se llevarán a cabo conferencias magistrales –lo que se estudia a nivel internacional–, mesas de experiencias –lo que se vive a nivel estatal en el país– y talleres para la redacción de buenos reglamentos para mecanismos de participación efectivos en los municipios de Nuevo León, y gracias a la difusión de @RedCívicaMx en más de la mitad del país.

Les invito a #SeryHacerCiudadanía

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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