En el pasado muchos inversionistas regios han vivido fraudes en donde la avaricia le gana a la lógica financiera al no detectar que un rendimiento varias veces más alto que la tasa libre de riesgo que ofrece el mercado bancario, en este caso el Cete, suele tener una probabilidad o propensión mayor a un fraude o quebranto.
En el pasado regio, existen fraudes históricos como el de Irigoyen en los setentas, el de Abaco con inversiones off shores y en propiedades quebradas en Atlanta en los años noventa, o más recientemente el de Unión de Crédito Monterrey (UCREM), en donde las víctimas como común denominador son adultos mayores, jubilados, amas de casa o simplemente un inversionista que confía en la recomendación de algún amigo o familiar "al poner a trabajar el dinero" con tasas más altas que el "pobre" promedio que da la banca nacional.
Afortunadamente, a pesar de que Ficrea tenía oficinas de captación en el sector Valle Oriente de San Pedro Garza García, esta vez los inversionistas regios salieron bien librados, al existir sólo una queja contra la institución, que aquí utilizaba la frase: ¡Creemos en los que Crees! promoviendo en su página web una cultura organizacional sobre valores como la honestidad, compromiso, atención y servicio y confianza.
El viernes 7 de Noviembre la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) intervino a la segunda Sociedad Financiera Popular (Sofipo) más grande del mercado mexicano, Ficrea. Esta sociedad quería convertirse en un banco especializado en las pequeñas y medianas empresas, captando dinero de los pequeños ahorradores.
Miguel Díaz, Delegado de la Condusef en Nuevo León, dijo que si bien la mayoría de los clientes de esta sociedad se ubican en el centro y sur del país, ya tienen una queja de un regiomontano afectado por estos manejos ilegales y señaló que han recibido algunas llamadas de otras personas que pudieran estar afectadas por esta situación.
"En Nuevo León hay muy poca gente que participó con Ficrea y nosotros hemos recibido sólo una queja formal contra esta institución", indicó.
La queja que interpuso un ahorrador regiomontano fue porque tenía depósitos en esta entidad financiera y no los ha podido recuperar.
El Fondo de Protección de Sociedades Financieras Populares y de Protección a sus Ahorradores (Prosofipo) contempla un seguro de depósito en caso de que la caja de ahorro popular en la que invierta el ahorrador sea liquidada o desaparezca.
Si el monto del ahorro es superior a las 25 mil Unidades de Inversión (UDIs), la parte que no cubra el seguro se mantendrá como su derecho y recibirá la parte correspondiente después del proceso de liquidación de la Sofipo.
Así, mediante ese mecanismo las personas defraudadas por la Sofipo que se encuentra en proceso de liquidación pueden recuperar hasta 25 mil UDIS, alrededor de 132 mil pesos.
"Cobrar este seguro no lo supone renunciar a alguno de los derechos en caso de que haya un remanente de su saldo", detalla una publicación del gobierno federal.
Monterrey