Monterrey

Rubén Cantú: ¿Un retiro amargo es inevitable?

Resulta importante y responsable diseñar nuestro propio portafolio de inversión.

En días anteriores ha cobrado atención especial el tema del sistema de pensiones de nuestro país. La discusión se centra en la propuesta del ejecutivo para hacer modificaciones al esquema de aportaciones, de tal manera que los trabajadores tengan una pensión que represente un porcentaje mayor con respecto al sueldo que percibe el trabajador cuando estaba en activo. Más allá de argumentar si las medidas son adecuadas o no, con los cambios propuestos o sin ellos, una vez más vemos el común denominador de nuestro sistema de pensiones: es insuficiente para tener un retiro digno.

Como trabajadores debemos ser conscientes de una cosa: nosotros mismos somos los principales responsables de reunir los recursos suficientes para tener un retiro cómodo, que nos permita disfrutar de nuestra última etapa de vida; por tal motivo, resulta necesario el realizar inversiones adicionales a lo que el sistema Afore establece. Una alternativa que se presenta atractiva de primera instancia, es realizar aportaciones voluntarias adicionales a nuestra Afore, con beneficios fiscales en el camino; sin embargo, también presenta algunas desventajas como la falta de diversificación geográfica de las inversiones, las altas comisiones que cobran los gestores de Afores, y el riesgo de que la institución que administra nuestro dinero se vea en problemas financieros y no pueda pagarnos al final. Este último punto lo considero relevante, ya que la mayoría de la población tiene un horizonte de inversión de varias décadas, y en 30 o 40 años pueden pasar muchas cosas, simplemente hay que ver la historia de nuestro país en los últimos 40 años. Sería inocente pensar que el dinero que se encuentra en nuestra Afore está 100 por ciento seguro. Por todo lo anterior, resulta importante y responsable diseñar nuestro propio portafolio de inversión.

Gracias a los avances tecnológicos, así como la innovación de productos financieros, hoy en día tenemos acceso a muchos tipos de activos sin la necesidad de altos montos de dinero. Tenemos el emprendimiento, los bienes raíces que se han democratizado a través de las FIBRAS y/o REITs en EE.UU., metales preciosos a través de fondos de inversión, así como los tradicionales instrumentos de renta fija y variable, como mercado de dinero, los bonos y las acciones.

Si bien es cierto que algunos activos brindan mayor rendimiento que otros, a menudo suelen ser más riesgosos. Antes de invertir debemos saber el objetivo que tenemos, que en este caso es el retiro, y con ello, crear nuestro perfil de inversionista que considere el riesgo que estamos dispuestos a correr. Este punto resulta medular, ya que suele suceder que el inversionista piensa que tiene un perfil de riesgo determinado cuando en la realidad resulta ser diferente. El perfil de inversionista no solo debe atender al "apetito" por correr riesgos, sino también a la disponibilidad financiera de afrontarlos. No es lo mismo ser un "risk lover" y tener un capital que no ponga en riesgo la supervivencia financiera, a serlo cuando tenemos deudas y otros compromisos que ponen en riesgo nuestra solvencia; lo primero se llama invertir, lo segundo es apostar.

Debemos conformar un portafolio de inversión que se adapte a nuestro perfil de riesgo, dicho portafolio tiene dos tipos de activos: los que no tienen riesgo, y los activos con riesgo. Los activos de la parte riesgosa deben conformar un portafolio de inversión que sea diversificado en toda la extensión de la palabra: en tipo de activo, en industria, y geográficamente. La clave para una diversificación efectiva es encontrar activos que se comporten de forma opuesta a diversos hechos económicos, por ejemplo, a menudo las acciones y el oro tiene comportamientos relativamente opuestos, lo que puede ayudar a tener mayor certeza de los rendimientos a obtener.

Finalmente, el ejercicio de creación de portafolio es iterativo, debe ir evolucionando con el tiempo, pues la que fue una buena inversión ayer, quizás no lo sea mañana. De igual manera, hablando de retiro, seguramente nuestro perfil de inversionista se irá modificando con el tiempo, tendiendo a ser más conservador conforme se acerca la fecha de retiro, es importante que el portafolio se adapte a dicho perfil en todo momento.

El autor es profesor de Finanzas de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.

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