Monterrey

Recorte fiscal en EU y su efecto financiero en México

OPINIÓN. Se puede decir que la estrategia seguida por nuestro vecino impulsará las inversiones en EU y esto, claro nos afecta.

Los efectos en México de la actual aprobación del recorte fiscal en Estados Unidos han creado estragos en el mercado mexicano en diferentes frentes. Antes quisiera establecer, a manera de resumen, el principal cambio de ésta reforma tan leída y escuchada en los medios de comunicación. El mayor cambio se centra en la reducción del impuesto a las ganancias de las empresas de 35 por ciento a 21 por ciento, en la exención fiscal sobre utilidades del 20 por ciento a dueños de negocios, en la implementación de un esquema de repatriación obligatoria de capitales para empresas y en la simplificación en tiempo y forma de las declaraciones de impuestos. Para establecer un marco comparativo, en nuestro país las personas morales pagan el 30% sobre utilidades y las personas físicas 35 por ciento (aproximadamente en cuanto a los niveles de ingresos generales).

La visión de este recorte en tasas fiscales es la creación de más empleos y mayores salarios. A este efecto se le denomina "dynamaic scoring", que es a lo que le apuesta el gobierno americano, en donde el impulso económico compensará las pérdidas iniciales tras la disminución de los impuestos. Los analistas argumentan que esta propuesta puede tener consecuencias negativas al financiar las pérdidas iniciales con deuda del país, lo que podría conllevar a volver a subir las tasas. De acuerdo a datos de Expansión la deuda de Estados Unidos representa el 105 por cento del producto interno bruto (PIB) siendo de 20 billones de dólares.

Ante esta nueva reforma, el Banco de México inmediatamente actuó en consecuencia al incrementar su tasa de referencia en 25 puntos base quedando en 7.25 por ciento a diciembre 2017, casi más de cuatro veces la reportada por Estados Unidos que se mantuvo entre 1.25 por ciento y 1.50 por ciento. Recordemos que la tasa de referencia es la tasa promedio en la que todos los bancos se ponen de acuerdo para ofrecer y es emitida por Banxico. Esta tasa es un termómetro económico que mide las condiciones de mercado. Por ejemplo, si se mantiene estable, se asume que no existen factores externos que afecten la inflación o al desempeño de la economía. De manera contraria si se eleva la tasa de referencia, como en este caso, el estado mexicano está tratando de captar más inversionistas extranjeros al país para sopesar la posible fuga de capitales. Esto se ha podido constatar por el crecimiento en la adquisición de bonos gubernamentales en manos de extranjeros, incrementando de 2007 a 2017 un 63.55 por ciento, nivel récord en México.

¿Qué afectaría las inversiones extranjeras en México? Se puede decir que la estrategia seguida por nuestro vecino impulsará las inversiones en EU y esto, claro nos afecta. Sin embargo, no podemos aislar la vulnerabilidad económica que se tiene con respecto a las decisiones del TLC, los estragos de los temblores del año pasado y el gasto público, y más aún con las próximas elecciones del 2018 que tendremos. Todos estos elementos juegan en el perfil de aversión al riesgo de los inversionistas mexicanos y extranjeros, así como la volatilidad en los mercados.

De acuerdo a la Coparmex algunas de las posibles respuestas para contrarrestar estos efectos son las peticiones que hacen los empresarios a través de este organismo, en donde se le solicita al gobierno mexicano implementar deducciones de las inversiones, de las prestaciones laborales y de las aportaciones para el fondo de pensiones. Esto con el objetivo de incentivar el crecimiento económico. Otro elemento importante es el fortalecimiento de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) que son áreas delimitadas con características que favorecen y propician la inversión. En el 2016 se implementó el decreto que ofrece un 100 por ciento de descuento del ISR a empresas que se instalen en dichas zonas durante los primeros 10 años de operación. Sin embargo, estas regiones al estar enfocadas en la región sur del país (Puerto Lázaro Cárdenas, Istmo de Tehuantepec y Puerto Chiapas), carecen de infraestructura y conectividad lo cual desincentiva su uso. En el siguiente artículo detallaré a fondo las ZEE para conocer sus principales características.

Este nuevo año plantea retos interesantes que habrá que estar monitoreando. Considero que lo fascinante de los mercados será su capacidad para mantener la estabilidad y confianza, sobre todo en México para conservar el apetito de inversión en el país. Esperemos que una de las próximas propuestas sea la reducción del ISR y la homologación del IVA…esperemos.

La autora es profesora del Departamento Académico de Contabilidad y Finanzas del Campus Monterrey. Su correo electrónico es alicia.galindo@itesm.mx

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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