Monterrey

Prevención de Lavado de Dinero, la situación actual en México

El país se enfrenta a un riesgo significativo de Lavado de Activos proveniente de actividades asociadas con: Delincuencia Organizada Corrupción, y Evasión Fiscal.

Derivado de la revisión realizada en 2017 y del Informe de Evaluación Mutua que se emitió por el Grupo de Acción Financiera Internacional, se menciona que México se enfrenta a un riesgo significativo de Lavado de Activos proveniente de actividades asociadas con:

Delincuencia Organizada Corrupción, y Evasión Fiscal.

Aunque hoy hay una mejoría respecto a la revisión llevada a cabo en 2008, y se cuenta con un marco legal e institucional más maduro y bien desarrollado, sin embargo hay puntos clave a considerar sobre los cuales se debe poner especial atención:

1.- En el Sector Financiero se tiene una buena comprensión de lo que son las amenazas, de los llamados Grupos de Delincuencia Organizada y sus Actividades Delictivas Asociadas, así como lo que vendría siendo los Delitos Fiscales, pero al referirse al punto de la Corrupción, NO se tiene la misma percepción, de los anteriores, como una amenaza.

2.- Por otro lado, lo que se conoce como Actividades Profesionales y No Financieras Designadas, que son las denominadas Actividades Vulnerables dentro del Art. 17 de la Ley de Lavado de Dinero (LFIPIORPI); por ejemplo: Sorteos, Notarios, Profesionistas e Inmobiliarias, entre otras, se hace la observación de que los riesgos que conllevan son limitados, así como el uso indebido de Personas Jurídicas (empresas) que presenta la misma característica.

3.- El nivel de corrupción que afecta a las autoridades de orden público, en particular en el ámbito de los estados, socava su capacidad para investigar y perseguir penalmente los delitos graves.

4.- Los supervisores del sector financiero tienen una buena comprensión de los riesgos dentro de los sectores, por los cuales son responsables y han implementado enfoques basados en el riesgo razonable para su supervisión, comparado con la fiscalización de las Actividades Vulnerables, que se encuentra menos desarrollada y cuenta significativamente con menos recursos. A la fecha, no se han aplicado sanciones de manera efectiva, disuasiva y proporcionada.

Por lo tanto, se recomienda y se debe trabajar a partir de 2018 en:

1.- Priorizar la investigación de Lavado de Dinero; asignar recursos adicionales y fortalecer la investigación financiera y la coordinación interna dentro de las unidades fiscales, a nivel federal y estatal. Aquí también la PGR debe aumentar el nivel de especialización de sus unidades, particularmente en aquellas que abordan el Lavado de Dinero y la Corrupción.

2.- Integrar el decomiso como objetivo y dentro de las políticas de Lavado de Dinero nacionales.

3.- Revisar los recursos aplicados a la supervisión de Lavado de Dinero, en virtud de los perfiles de riesgo que emergen de los modelos desarrollados por los supervisores.

4.- Realizar una revisión de las penas financieras, para que sean efectivas, proporcionadas y disuasivas, especialmente en relación con las Instituciones Financieras más grandes.

5.- Garantizar que las Actividades Vulnerables estén sujetas a inspecciones de cumplimiento sustanciales por medio del SAT u otra autoridad competente.

Conclusión: Si bien, no somos el país más avanzado en esta materia, pero es notorio que buscamos superarnos.

El autor es Socio del Despacho Elizondo Cantu SC / Área de Seguridad y Rentabilidad. También es Presidente de la Comisión de Lavado de Dinero de la Zona Noreste del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP). rorj69@hotmail.com

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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