Monterrey

Nuevas luces estatales

OPINIÓN. El gran reto del Gobierno nuevoleonés es, podemos imaginar, el contar con recursos para arrancar este proyecto energético, y por ello será clave el contar con los grandes consorcios financieros e industriales regiomontanos.

La reforma energética mexicana, que aún con su deslucido debut provocado por el caos prevaleciente en el mercado petrolero mundial ha generado amplias expectativas internacionales el dejar atrás el costoso mito político de Pemex, tiene una vertiente de alto potencial que, injustamente, ha llamado poco la atención de inversionistas y opinadores: el sector eléctrico.

La Comisión Federal de Electricidad, tan quebrada como PEMEX, ya no ostenta el monopolio de la generación, la distribución y la venta de energía eléctrica, por lo que, de acuerdo con la las nuevas leyes, gobiernos locales y empresas privadas ya pueden competir en este mercado privatizado tras poco más de medio siglo de monopolio federal.

Así las cosas, ya están preparando y gestionando todo lo necesario para entrar al ruedo de este negocio entidades tan disímbolas como los grupos Cemex y Femsa, el renacido Sindicato Mexicano de Electricistas y los Gobiernos estatales de Sonora, Chiapas, Baja California Sur, CDMX y Nuevo León, coinvirtiendo con empresas privadas nacionales y foráneas.

En el caso de Nuevo León, el broncogobierno tiene en preparación la integración de una Comisión Estatal de Energía (CEE), como organismo descentralizado, al estilo de Agua y Drenaje, y estrenaría operaciones proveyendo de energía a la zona industrial de Pesquería, sede de los emproblemados proyectos de construcción de las plantas de armado de automóviles de las coreanas KIA y Hyundai, a las que el anterior gobierno nuevoleonés colmó de promesas incumplidas para convencerlas de invertir en la entidad.

Esta dotación de electricidad contribuiría a evitar millonarias demandas en cortes internacionales por parte de las armadoras, que tienen rezagos de meses en sus planes de arranque de operaciones de ensamblado de vehículos.

El gran reto del Gobierno nuevoleonés es, podemos imaginar, el contar con recursos para arrancar este proyecto energético, y por ello será clave el contar con los grandes consorcios financieros e industriales regiomontanos, de todos conocidos, para entrar al quite en este proyecto.

Los cementeros y los cerveceros ya están anotados.

Dicen los que están cerca de este luminoso proyecto que para el último trimestre de este año, ya se hará la luz en este renglón.

Lo veremos.


* El autor es consultor en medios periodísticos, empresariales y de seguridad.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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