Monterrey

Microcerveceros se abren camino en mercado regio

Pese a los obstáculos que enfrentan, como la carga fiscal y el mercado acaparado por las grandes firmas, los empresarios cerveceros en Nuevo León se abren camino y ganan más adeptos.

MONTERREY- Las cerveceras artesanales libran una batalla contra la pesada carga fiscal, un mercado de insumos acaparado por las industriales y la dificultad para conformar un gremio; no obstante, a paso guerrillero se abren camino en el gusto de los regiomontanos.

Helmut Ayarzagoitia, propietario de Cábula Cervecería Regia, explicó que para mantener una empresa de este tipo hay que tener pasión por lo que se hace, pues en ocasiones, hacer negocio con ello lleva un proceso largo y complicado.

A principios de 2015, comentó, un grupo de al menos 30 productores de cerveza artesanal se unieron para formar el gremio de Microcerveceros de Nuevo León A. C., sin embargo, tras una serie de conflictos éste no se concretó.

"En aquel momento se mencionaban 32 negocios, ahorita el número que anda rondando es el de 60 y tantas cerveceras artesanales, eso sin considerar las que se están creando mientras hablamos", dijo.

Comentó que una de las complicaciones que enfrenta esta creciente industria es la carga impositiva, que suele disparar los precios de los productos hasta en tres veces más que una cerveza industrial.

"Estoy pagando, por ejemplo, 9.6 pesos por litro (de cerveza producida), si nos vamos a 100 litros, son 960 pesos por este volumen. Y de eso (100 litros) Cervecería paga 300 pesos, pagamos el triple de lo que paga cervecería y si a eso le sumamos lo de las maltas, de los cupos de importación, pues ya hay una ventaja competitiva muy amplia a favor de las cerveceras tradicionales.

"Una cerveza artesanal paga proporcionalmente más impuestos que una industrial, porque nuestros costos son más altos", comentó.

El mercado de las maltas es otro aspecto con el que los microcerveceros han tenido que aprender a lidiar, sobre todo porque éste se encuentra acaparado por las grandes productoras de cerveza, añadió Ayarzagoitia.

"La malta y la cebada sin maltear tienen un cupo, la Secretaría de Economía (SE) establece que, por ejemplo, se pueden importar 10 kilos de malta sin pagar impuestos de importación y se licita, ¿quién lo va a ganar?, pues el que puede pagar", dijo.

No obstante, estas empresas se mantienen en el camino, motivadas principalmente por la pasión de sus propietarios.

"Es un negocio noble si lo cuidas, pero muy demandante, haz de cuenta que es una esposa, lo sueltas tantito y algo sale mal. Necesita aprender de muchas ramas, de las que no tenías idea que existían, desde química, o que pensaste que no ibas a utilizar en toda tu vida", añadió.

En el caso de Cábula Cervecería Regia, mencionó que actualmente los bares se han convertido en un punto estratégico de venta, donde se pueden degustar las tres marcas que elabora: Ojo de Vidrio, Eufemia y Cruz Méndez, esta última como una edición limitada.

"Afortunadamente se están abriendo distintos bares, por decir, uno de los lugares donde estoy comercializando más, es en los bares. Tengo un cliente estrella que es Cueva Carvajal", añadió.

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