Monterrey

Martha Corrales: El futuro del trabajo y el rediseño de los nuevos espacios de trabajo

Las decisiones y cambios en una dimensión impactarán en el resultado final para los empleadores y los colaboradores como nunca.

El futuro del trabajo es un reto que es resultado de fuerzas de cambio como la globalización, la evolución demográfica y la tecnológica. Estos cambios afectan a nuestras organizaciones, independientemente del sector o industria a la que pertenezcan, particularmente en el qué hacer (trabajo), en el quién (recurso humano) y en el dónde (espacio de trabajo).

La interrelación es profunda entre el trabajo, el recurso humano y los espacios de trabajo. Las decisiones y cambios en una dimensión impactarán en el resultado final para los empleadores y los colaboradores como nunca. Por ello será importante coincidir en el propósito final, en los roles y contribuciones del colaborador, y en las responsabilidades que conllevará para el empleador, para asegurar bienestar, potenciar talento y crear valor sostenible.

Más que ver el futuro del trabajo con incertidumbre debemos verlo como una oportunidad para reimaginarlo y convertirlo en un futuro más valioso, relevante y significativo para la sociedad.

El diseño y la organización de los nuevos espacios de trabajo serán claves para atraer y desarrollar el talento, fomentar la creatividad, así como el liderazgo y la productividad en las empresas.

Las empresas más eficientes, ágiles e innovadoras se transformarán, apalancándose en tecnologías que conecten y favorezcan la colaboración y coordinación del trabajo, conectando a todos los grupos de interés: organizaciones, colaboradores y clientes, más allá de alcanzar eficiencias y reducción de costos.

El diseño del trabajo demandará un nuevo perfil de liderazgo, denominado Chief of Work o director de trabajo, que será el encargado de coordinar tanto los recursos tanto humanos como tecnológicos, así como la coordinación de los espacios de trabajo diseñados y utilizados con un propósito común.

Los nuevos trabajos requerirán nuevos perfiles y competencias, demandando una mayor inteligencia social, emocional y creativa.

Las oficinas tal y como las entendemos ahora dejarán de existir. El espacio de trabajo estará diseñado para conseguir los objetivos estratégicos de las empresas, para obtener el mejor rendimiento de los colaboradores y sobre todo para mejorar su bienestar.

En los nuevos lugares de trabajo convivirán espacios aislados para la concentración, con otros espacios abiertos, diseñados para facilitar la colaboración entre empleados, y con espacios comunes para socializar y compartir o debatir ideas y proyectos, con la posibilidad de escoger el entorno que más se adapte a la actividad en cada momento.

Como tendencia clave, aparece la necesidad de diseñar y configurar el ambiente de trabajo, enfocándose en las personas y la mejor manera de promover el bienestar integral de los trabajadores. Este concepto del "trabajador integral", impactará en el diseño y la construcción de las oficinas, lo que promoverá incluso las alianzas con proveedores, que apoyarán en la incorporación de servicios y experiencias adicionales.

Otra tendencia del futuro del trabajo es aprovechar la economía colaborativa (sharing economy), en donde distintas empresas compartirán recursos humanos y físicos, lo que permitirá optimizar y rediseñar el espacio, promoviendo la creatividad y la innovación.

En estos espacios aparecerán nuevos actores, como los proveedores de puntos de co-working, así como los proveedores de instalaciones y servicios compartidos, y también la figura de los "agregadores", que pondrán en contacto a las empresas que cuentan con espacio libre en sus oficinas, con aquellos que lo necesiten.

Dentro de las principales ventajas competitivas y características de las empresas líderes en el futuro se encuentran: (1) su testimonio de visión, valores, cultura y filosofía empresarial; (2) su capacidad para diseñar y adaptarse al cambio; (3) su adopción y capitalización de tecnologías que apalanquen sus procesos de negocio; (4) su espíritu emprendedor e innovador centrado en el cliente; y (5) lo más crítico, asegurar la atracción, desarrollo y retención del talento.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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