Monterrey

Marco Pérez: Cancela AMLO las zonas económicas especiales

Ven la tempestad y no se hincan.

¿Qué eran las zonas económicas especiales (ZEE)? Eran siete polígonos geográficos bien definidos, ubicados en estados de la república con alto grado de rezago económico, principalmente en el sur, sur-este del país, donde se otorgaban estímulos económicos y condiciones preferentes para el establecimiento de actividades económicas, buscando generar empleos productivos y apoyar al desarrollo regional en esos estados con menor índice de desarrollo económico en el país.

Creadas mediante ley, publicada el pasado 1 de Junio de 2016, la Ley Federal de zonas económicas especiales, a la letra establecía:

"Dichas zonas serán consideradas áreas prioritarias del desarrollo nacional y el estado promoverá las condiciones e incentivos para que, con la participación del sector privado y social, se contribuya al desarrollo económico y social de las regiones en las que se ubiquen, a través de una política industrial sustentable con vertientes sectoriales y regionales."

Además de la ley, el pasado 30 de junio de ese mismo año 2016, se publica también su reglamento, reformado el 29 de Septiembre de 2017, estableciendo las reglas para las declaratorias de zonas económicas, así como el establecimiento de la Comisión Inter-Secretarial y los consejos técnicos de estas zonas.

En el ámbito local, los estados donde se definieron estas ZEE, adecuaron su marco normativo para otorgar exenciones en impuestos locales, y se establecieron ventanillas únicas para facilitar y agilizar los procedimientos normativos legales.

También se ofrecía un régimen aduanero especial, un marco regulatorio ágil, y se procuraría contar con una infraestructura de primer nivel, programas de apoyo (capital humano, financiamiento, innovación), así como estímulos y condiciones preferenciales.

Algunos de los beneficios que podían gozar los contribuyentes que se instalaran en estas ZEE, eran facilidades administrativas e incentivos fiscales durante 15 años, donde el estímulo alcanzaba el 100 por ciento del ISR a pagar durante los primeros 10 años, y de 50 por ciento en los siguientes cinco años, así como adquirir insumos a tasa cero de IVA.

A la fecha, se tenían ya siete declaratorias de zonas económicas especiales en los estados con mayor concentración de pobreza y alta marginación social, como Chiapas, coincidiendo incluso con al menos tres de los proyectos emblema que la actual administración, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas en Tabasco, el proyecto del corredor Trans-Istmico, por lo que es difícil entender como no hubiera nada "rescatable" de estas ZEE y necesariamente tenían que ser eliminadas.

Argumentar que solo habían servido para promover más la corrupción, dando lugar a acaparamientos de tierras para hacer negocios particulares, y que al haber siete ZEE, se pulverizaban los apoyos, ya que competían entre sí, lo que restaba eficiencia a la medida, (de ser cierto) entonces lo conducente hubiera sido expropiar esos terrenos y eliminar solo las redundantes, para reducir esta supuesta competencia, y permitir que se concentraran las inversiones productivas en las zonas económicas más prometedoras.

De hecho, hasta 2018 se preveían inversiones para el corto plazo superiores a los siete mil millones de dólares a través de cartas de intención y se identificaron más de 48 mil millones de dólares en proyectos a largo plazo.

Empresas con proyectos en marcha, como Arcelor Mittal, habían presentado a la Secretaría de Hacienda la solicitud específica para tener los incentivos de la Ley de Zona Económica Especial sin que se conozca si tuvieron o no debida respuesta, y si se respetarán sus derechos adquiridos.

Si bien, desde el pasado 25 de Abril, el presidente López Obrador había declarado que iba a eliminar estas ZEE, pasaron casi siete meses para consumar esta amenaza, y el pasado martes 19 de Noviembre, mediante decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación, se abrogan los diversos decretos de declaratorias de ZEE expedidos por el entonces presidente Enrique Peña Nieto, poniendo fin a estos estímulos productivos, sin que en su lugar se planteara algún mecanismo o programa sustituto.

Sin embargo, llama la atención que la Ley Federal de Zonas Económicas, así como su reglamento, no se abogan, solo las declaratorias de ZEE, por lo que incluso la Comisión Intersecretarial de las ZEE sigue vigente, lo que pudiera plantear la remota posibilidad de que más adelante se pudieran dar nuevas declaratorias de ZEE, pero ahora por el Gobierno de la 4T, poniéndole su sello distintivo a estas nuevas declaratorias, aunque si esta fuera la idea, lo ideal hubiera sido que así se señalara, ya que esta cancelación solo abona más al deterioro de la confianza empresarial y al desaliento de las inversiones.

Ante los malos resultados económicos, acciones como esta complican más el panorama.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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