Monterrey

Los retos de América del Norte

OPINIÓN. Poco se ha hecho por generar herramientas y estrategias que, en el marco del TLCAN; le permita a la mayoría de los habitantes de Norteamérica disfrutar de una mejor calidad de vida.

Hace unos días se realizó la Cumbre de Líderes de América del Norte en Ottawa, Canadá, con la participación de los Presidentes Enrique Peña Nieto y Barack Obama, así como el Primer Ministro Justin Trudeau. Entre los principales logros de la cumbre se encuentran las iniciativas sobre energía limpia, para mejorar el tránsito migratorio entre las fronteras e implementar mecanismos institucionales que permitan el diálogo permanente entre los tres países de nuestra región.

Estas acciones que tienen por objetivo profundizar la integración del bloque económico están inmersas en un escenario bastante complicado. En los Estados Unidos, sus habitantes viven un marcado divorcio de sus elites: las candidaturas de Trump y Sanders si bien, se encuentran en espectros políticos opuestos, coincidían en su rechazo a los tratados de libre comercio por la pérdida de empleos de la clase media americana lo que, aunado a la crisis económica del 2008, incentivaron las expresiones de los ciudadanos contra el establishment.

En México, la "Casa Blanca" y la desaparición de los 43 normalistas en Guerrero fueron definitivos para acrecentar la distancia entre una sociedad lastimada por la falta de oportunidades y una elite que se niega a cambiar un sistema que lo único que preserva es la inequidad y que, como dijera "The Economist",  no entiende que no entiende. Los resultados de las elecciones del pasado 5 de junio y las protestas sociales contra la reforma educativa en Oaxaca y Nuevo León son el reflejo de un sistema que ha sido rebasado en su capacidad para procesar y generar soluciones.

Y en Canadá, de acuerdo con una encuesta realizada por el Angus Reid Institute para conocer la percepción de los ciudadanos de aquel país sobre los efectos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), solo un 25 por ciento de los ciudadanos considera que el acuerdo ha sido beneficioso para su país mientras que para otro 25 por ciento de canadienses el TLCAN ha sido perjudicial.

Uri Friedman analiza, en un artículo publicado en la revista "The Atlantic"; el incremento de la desconfianza en los gobiernos y sus elites, las cuales, usualmente tenían influencia y autoridad en sus naciones pero, ahora; solo tendrían el monopolio de la autoridad mientras que la influencia reside en la sociedad. Esta teoría explicaría la decisión de la red social Facebook de cambiar el algoritmo de noticias cuya fuente se encontraba en los medios de comunicación para tomar ahora, como punto de referencia, la información que comparten los amigos de cada usuario, lo que otorga mayor confianza al ciudadano que a las instituciones.

En México, Nuevo León es una de las entidades que mayores beneficios ha obtenido del TLCAN, el cual, le ha permitido incrementar sus exportaciones manufactureras. Y si bien, un número importante de empresas regiomontanas como Frisa, Cuprum y Nemak se han beneficiado de este acuerdo comercial, la percepción de beneficio para la comunidad a nivel regional es preocupante.

Poco se ha hecho por generar herramientas y estrategias que, en el marco del TLCAN; le permita a la mayoría de los habitantes de Norteamérica disfrutar de una mejor calidad de vida. El gran reto de las elites políticas regionales es incentivar políticas que permitan la movilidad social y disminuir las enormes brechas que nos separan. Con un mayor desarrollo social, los discursos nacionalistas y xenófobos perderán vigencia.

* El autor es politólogo por el Tecnológico de Monterrey; consultor político de la firma internacional Global Nexus y cursa sus estudios de posgrado en la Universidad de Wisconsin.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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