Monterrey

Los fundamentos del cambio de la política económica

Las expectativas de crecimiento e inflación se vieron ajustadas, pero no a niveles críticos sino como resultado de la aún abierta negociación del Tratado de Libre Comercio y la incertidumbre internacional.

En cuestión de unos días, la claridad del panorama político de México ha resuelto una parte de la incertidumbre inherente al sistema económico y financiero. Por ejemplo, la volatilidad en el tipo de cambio, que anticipadamente incrementó sus niveles como resultado de un descuento adelantado que hizo elevar el precio de la moneda estadounidense desde hace varias semanas, ha reducido su nivel de nuevo a niveles inferiores a los 20 pesos por dólar. De igual manera, las expectativas de crecimiento e inflación se vieron ajustadas, pero no a niveles críticos sino como resultado de la aún abierta negociación del Tratado de Libre Comercio y la incertidumbre internacional.

Ante la llegada a la Presidencia de la República de Andrés Manuel López Obrador, quien ha sido declarado ganador indiscutible en la pasada elección presidencial del domingo 1 de julio por los distintos agentes políticos involucrados, han surgido preguntas y cuestionamientos de diferentes frentes sobre el rumbo económico y financiero que seguirá la política pública del país.

Al margen de temas de carácter específico, como la construcción del nuevo aeropuerto en la Ciudad de México, diversos académicos y especialistas han cuestionado la viabilidad de que esos cambios sean suficiente para llevar a cabo una agenda social más comprometida, con un gobierno federal que entre sus nuevas prioridades está el incremento de la participación del sector público en el fomento al empleo, seguridad social de adultos mayores, el saneamiento de los pasivos de largo plazo derivados de los sistemas de pensiones, todo lo anterior sin descuidar la muy necesaria inversión en infraestructura pública o los compromisos ya adquiridos en materia de educación y salud pública.

Con la finalidad de aclarar el nuevo panorama del ejercicio de poder en el ámbito federal y brindar certidumbre a inversionistas, empresarios y ciudadanos, desde hace varios meses, y en particular en estos días, los asesores en materia económica del candidato ganador y futuro presidente representados por Carlos Urzúa (quien ejercerá como Secretario de Hacienda de la nueva administración), Graciela Márquez (futura Secretaria de Economía) y Gerardo Esquivel (economista e investigador quien ha coordinado y realizado múltiples presentaciones del proyecto de trabajo de AMLO a nivel nacional e internacional) han destacado que el "talante de cambio" en la manera de ejercer la política pública en México respeta una serie de fundamentos importantes para el funcionamiento del sistema, y que los cambios estarán orientados en dar importancia a la transparencia y eficiencia en el manejo de los recursos públicos.

En este caso, en múltiples entrevistas Urzúa ha destacado que la autonomía del Banco de México y el ejercicio responsable del presupuesto (buscando equilibrio entre ingresos y gastos, sin necesidad de incrementar los impuestos) serán fundamento del funcionamiento de la nueva administración federal.

Al respecto, parte de las soluciones planteadas al problema presupuestal ha sido reducir la asignación de recursos mal ejercidos, evitar la duplicidad en la operación de programas sociales que persiguen los mismos objetivos, y combatir de manera agresiva la corrupción en la asignación de compras y proyectos en servicios públicos; todo lo anterior, de la mano de una búsqueda de nuevos programas que fortalezcan el mercado interno, la coordinación entre mano de obra y empresas, la diversificación del comercio internacional, y con una negociación activa en la defensa de los intereses nacionales en el Tratado de Libre Comercio.

No obstante, Urzúa aclaró en una entrevista reciente que el cambio de rumbo es inminente ante el compromiso adquirido con los ciudadanos que confiaron a AMLO su voto, y a que este último refleja en parte el rechazo a la manera en que se había hecho política pública en los últimos años.

Así, con la confianza de que se ha aprendido de las lecciones pasadas y la esperanza de que existe un genuino compromiso social de la nueva administración con el bienestar de los ciudadanos, día a día se escribe la nueva historia económica del país, y será justamente la historia quien juzgará la veracidad de los nuevos hacedores de política pública, como esa misma historia ya lo está haciendo con aquellos que ejerciendo el poder fueron incapaces de brindar los resultados que la sociedad demandaba durante todos estos años.

El autor es Doctor en Economía por la Universidad de Chicago. Es Profesor-Investigador de la Facultad de Economía de la UANL.

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