Monterrey

Los determinantes del consumo privado continúan alentadores

OPINIÓN. La inflación de los bienes excluyendo alimentos ya superó la barrera del centro de la meta del Banco de México, situándose en 3.4 por ciento.

El martes pasado el Banco de México publicó el dato de crédito bancario al mes de abril, el cual creció 10.5 por ciento a tasa real anual, destacando la aceleración del crédito al consumo que aumentó 10 por ciento real anual.

Dentro del crédito al consumo se observa un incremento real anual de 3.4 por ciento en el crédito otorgado a través de tarjetas, el sexto mes consecutivo de variación positiva (después de 16 meses de variaciones negativas).

Así, el crédito al consumo continúa apoyando al crecimiento del consumo privado, que ha sido el principal motor de la economía nacional. ¿Pero cómo van los demás determinantes del consumo? Analicemos las remesas, el empleo formal y la inflación.

Si bien las remesas solo representan alrededor de 2 por ciento del Producto Interno Bruto, tienen un efecto multiplicador importante en el consumo, particularmente en las familias con bajos ingresos. En el primer trimestre del año crecieron 28 por ciento a tasa anual convertidas a pesos, alcanzando un flujo acumulado a 12 meses de 25.4 mil millones de dólares (cerca del máximo histórico de 26.1 mil millones de dólares registrado en diciembre de 2007). Las perspectivas favorables del empleo en los Estados Unidos deberían continuar sustentando esta tendencia.

El empleo formal es otra variable que sigue creciendo de manera robusta. En abril, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó que el empleo formal creció 3.7 por ciento anual, durante los primeros 4 meses del año. Cabe destacar que durante el mismo periodo el empleo en Nuevo León creció 5 por ciento, en Tamaulipas 5.2 por ciento, arriba de la media nacional, mientras que el empleo en Coahuila se expandió 2.1 por ciento.

Es importante considerar que no todos los empleos formales son resultado de nuevas vacantes laborales. Algunos empleos, aunque no la mayoría, son resultado de la transferencia de empleos informales hacia formales, a raíz del Régimen de Incorporación a la Formalidad que se implementó con la Reforma Fiscal.

Por último, la inflación continua en niveles bajos ayudando al ingreso disponible de las familias, si bien existen presiones al alza. Durante la primera quincena de mayo la inflación anual se situó en 2.53 por ciento (por debajo del consenso de mercado, 2.67 por ciento). Ello se debió principalmente a menores precios de la electricidad, de algunos productos agropecuarios y de los precios de las gasolinas.

Sin embargo, el componente subyacente ya muestra señales de una contaminación de precios como resultado de la depreciación del tipo de cambio. La inflación de los bienes excluyendo alimentos ya superó la barrera del centro de la meta del Banco de México, situándose en 3.4 por ciento.

Así, vemos como los principales determinantes del consumo privado en México continúan siendo benignos. Ello se puede observar en los resultados de las tiendas departamentales que reporta ANTAD en lo que va del año (en abril las ventas totales aumentaron 10.1 por ciento anual). El riesgo hacia adelante es un repunte de la inflación lo que generaría presiones al ingreso disponible de las familias. Sin embargo, para el año en su conjunto, el consumo privado será el motor de la economía por segundo año consecutivo.

* El autor es consultor económico y académico, tiene un doctorado en Finanzas y maestría en economía financiera por la Universidad de Essex en el Reino Unido, y una licenciatura en Economía por el ITESM (campus Monterrey).

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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