Monterrey

Lissely Ancira: Baja el petróleo… y en México?

La falta de infraestructura financiera y física no aprovecha las sinergias a la baja del precio en el mercado spot de combustibles.

El establecimiento de los precios del combustible para el consumidor final conlleva distintas variables de impacto que implica no solo el precio del petróleo sino de logística, el mercado cambiario, impuestos, tarifas de descarga y almacenamiento. En México no existe un mercado de petrolíferos como en las primeras potencias mundiales en donde el "trading" está muy definido ya que se convierte en un mercado financiero más allá de operativo esto se debe gracias a la infraestructura y acceso a capitales para operaciones de coberturas, financiamiento y almacenamiento.

La fácil movilidad de capitales es lo que hace el impacto al precio inmediato en la comercialización, en México muy pocos grupos tienen la capacidad financiera y la infraestructura física y logística para poder reflejar una correlación inmediata al impacto en los precios del petróleo internacional. Algunas veces se puede ver un impacto a la baja sin embargo no existe la movilidad inmediata de compra venta del activo petrolíferos como lo es en lugares como los Estados Unidos. En nuestro país hace falta un mercado financiero de "commodities" y la infraestructura de almacenamiento para sostener el producto ante la baja o liberarlo durante su alza para mejorar la rentabilidad.

Muchas veces el consumidor final piensa que si las noticias internacionales indican baja en los precios del petróleo esto se verá reflejado inmediatamente en los precios de la gasolina y el diesel, lo que es cierto y aún más con los importadores privados es que hay más variables que afectan el establecimiento del precio. Recordemos que el producto importado está dolarizado y aunque el precio esté a la baja, el dólar está a la alza, el IEPS varía de acuerdo a las decisiones gubernamentales y la compra del producto no se hace generalmente el mismo día que bajan los precios ya que hace falta almacenamiento y el mercado financiero con acceso a capital que permita hacerlo de esa manera.

Para que el consumidor final sienta los beneficios de la baja de precios del petróleo hace falta que se desarrolle en nuestro país un mercado financiero especializado en "commodities" y no solamente para la adquisición de la molécula de forma oportunista pero para colocar inversiones en almacenamientos estratégicos en donde la logística permite mantener precios competitivos internacionales. La comercialización de combustibles se basa efectivamente en la ley de la oferta y la demanda pero no exclusivamente en eso ya que los rezagos financieros y de infraestructura con impuestos variados impiden que aprovechemos las buenas rachas de precios internacionales de la misma manera que lo hacen en otros países que sí cuentan con dicha infraestructura. Todavía México tiene mucho que hacer para que la comercialización de petrolíferos se vea impactada en los precios del consumidor final como lo es en otros países desarrollados.

En lo que se va desarrollando la infraestructura financiera y física, debemos informar al consumidor final la realidad de las variables que impactan en los precios.

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La autora es socia fundadora de Ancira Canales Corp.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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