Monterrey

La sombra de una recesión y su efecto en México

El sexenio pasado se dejó un fondo contra cíclico en la SHCP que era alimentado por las regalías de las inversiones de las petroleras extranjeras.

Recientemente los mercados financieros internacionales han alertado sobre una posible recesión económica en el futuro próximo. La curva de rendimientos de bonos de largo plazo en Estados Unidos se ha invertido con la de corto plazo, es decir, que paga más tener bonos de corto plazo. La racionalidad de la inversión en instrumentos de deuda es que, a mayor plazo, mayo el rendimiento. La inversión en las curvas de rendimientos en EUA normalmente es un buen predictor de una recesión económica en ese país.

Los fundamentales macroeconómicos en EUA ya alertan sobre una desaceleración económica. En el segundo trimestre del año se observó una expansión de 2.1 por ciento anual, después de que la economía había crecido tres por ciento en el primer trimestre de 2019. ¿Qué está detrás de esta desaceleración? La guerra comercial entre EUA y China, la cual está desacelerando a la economía global. Así, el gobierno del presidente Trump está considerando estímulos fiscales como reducciones adicionales de impuestos de nómina, además de expresar públicamente que las tasas de interés debieran estar más bajas.

Si bien no es un hecho que la economía global entre en recesión, sería preocupante para México ya que la confrontaría con menos herramientas. El sexenio pasado se dejó un fondo contra cíclico en la SHCP que era alimentado por las regalías de las inversiones de las petroleras extranjeras. Dicho fondo, sin embargo, se empleará para subsanar las finanzas de Pemex y por ende las federales. Es decir, no se contará con recursos para emplear en caso de una fuerte contracción económica. En un entorno de una clara desaceleración económica que reduce la recaudación de ingresos del gobierno federal, sería muy importante plantear una reforma fiscal para blindar las finanzas públicas. Actualmente, el gobierno federal recauda alrededor de 13 por ciento del PIB, el nivel más bajo de la OCDE. Solamente el 44 por ciento de la población está en la formalidad.

Por otro lado, el Banco de México recientemente redujo la tasa de interés de 8.25 a ocho por ciento, argumentando la debilidad de la economía nacional. La decisión de política monetaria se dio a la par de la decisión de la Reserva Federal que hizo lo mismo en antelación. Si bien se redujo la tasa de interés para darle un impulso a la actividad económica nacional, quedó muy claro que el comunicado continúa con un sesgo "hawkish". De hecho, el comunicado enfatiza que permanecen riesgos al alza para la inflación como una depreciación adicional del tipo de cambio, un deterioro de las finanzas públicas, un impacto adverso por el incremento de los salarios por encima del nivel de productividad y otros choques en precios energéticos y agropecuarios en el futuro.

Así, el espacio de una mayor reducción en la tasa parece ser limitado, sobre todo en un contexto con altos riesgos a la inflación en el futuro. Si se materializara una recesión económica mundial, el efecto en México sería muy fuerte, no solo por las pocas herramientas con las que se cuenta para enfrentar este suceso sino porque el sector exportador, el único que continúa con un dinamismo positivo, se desaceleraría.

El autor es director general y fundador de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas en EGADE Business School. Cuenta con una maestría en Economía Financiera y doctorado en Finanzas, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.

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