La política y los bienes raíces

Cada seis años vivimos en nuestro país las cada vez más intensas y competidas campañas electorales sexenales que repercuten en el ritmo de la actividad inmobiliaria directa o indirectamente.

Tenemos que los candidatos tienen frecuentes debates, algunos organizados por las autoridades electorales federales como el INE, otros por las autoridades estatales electorales, o por instituciones académicas, organizaciones civiles e incluso por organizaciones de franquicias como Realty World; todas ellas con el único objetivo y el compromiso de mejorar la función publica en nuestro México lindo y querido.

Con el idealismo de la juventud, estudié las carreras para ser economista y abogado para construir un mejor país que cuando me gradué era un verdadero caos porque fue la época de las dos frases famosas de Jose Lopez portillo: "Defenderé como un perro al peso mexicano" y la otra que culminó con el llanto del Presidente de la República ante el Congreso de la Unión y los decretos de la nacionalización de la banca y el control de cambios: "Ya nos saquearon, ya no nos volverán a saquear".

No quise participar directamente en la política porque literalmente observé que era una misión imposible hacer un cambio verdadero debido al mar de corrupción que prevalecía en el sistema político. Mis compañeros de generación que sí optaron por participar llegaron a ser hasta un Gobernador y otro Secretario de Estado.

El miedo tiene el efecto de paralizar y vemos que algunas inversiones inmobiliarias en el sector industrial y comercial se han detenido para esperar los resultados electorales, y el desenlace de la renegociación del TLC. Pero en el sector turístico vemos que los nuevos proyectos siguen llegando y es un sector con un crecimiento sostenido, que a pesar de todos los informes negativos de nuestro país que hacen referencia de la inseguridad en que vivimos, sigue viento en popa.

Todos los días recibo llamadas para preguntar qué va a pasar si gana AMLO, aquí la respuesta es muy puntual, vamos a ver los hechos. Cuando fue Jefe de Gobierno salió del cargo con la aprobación más alta de un político de su rango en la historia de nuestro país, entre el 80 y el 90 por ciento, según diferentes encuestas. Desde el punto de vista inmobiliario, logró una alianza con inversionistas del sector privado y se transformó el Centro Histórico y el Paseo de la Reforma.

La calificadora Standard & Poor's dijo que mantendrá "estable" la calificación que tiene sobre la deuda de México incluso si no se llega a un acuerdo en el Tratado de Libre Comercio o si Andrés Manuel Lopez Obrador llega a la Presidencia en las elecciones del primero de julio.

No es tiempo de paralizarnos. Debemos seguir invirtiendo, analizando muy bien todas las opciones que nos presentan nuestros asesores de bienes raíces. En lo personal, tengo la plena convicción que no pasará nada gane quien gane en éstas elecciones, y lo que sí debemos de hacer es que cada quien, en su trinchera, siga poniendo ladrillos para construir un mejor futuro para las nuevas generaciones.

El autor es experto del sector inmobiliario en México. Es presidente de la firma de bienes raíces líder en el país, Realty World. México, y presidió la Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias (FIABCI) en 2014, 2015 y 2016. Capítulo México.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.