Monterrey

La pandemia de opioides y xenofobia que no contempla el TLCAN

OPINIÓN. El uso de las drogas en EU crece en colegios y universidades, otrora instituciones encargadas de integración de factores culturales, y que hoy prefieren no encarar el problema de tolerancia opioide e intolerancia xenofóbica y cultural exacerbada por los discursos políticos que perturban la coexistencia étnica.

La corrupción la violencia, el narcotráfico y la impunidad han costado a México, en lo que va del año 18 mil vidas según cifras oficiales. En 2016, mientras que en México estas muertes segaron 24 mil vidas, en Estados Unidos (EU) otras 64 mil muertes se debieron al consumo de drogas; según el señor Trump recalcó que, esto, debido a las drogas que entran por la frontera con México.

Estimado lector déjeme darle mi punto de vista sobre el futuro de la relación México-EU, de acuerdo con la actual política internacional. Esta semana, EU declaró la problemática como una emergencia de salud pública.

La pandemia "de opioides" es imparable; es más, muchas entidades en EU han legalizado el uso de la marihuana y los jóvenes consumen droga como un estilo de vida; algunos "se iniciaron" como un escape al regresar de la guerra, que fue propiciado por su propio gobierno y otros por imitación de los medios, que como en México, presentan y aclaman a los narcos como héroes de la televisión "que lo tienen todo". Así, el uso de las drogas crece en colegios y universidades, otrora instituciones encargadas de integración de factores culturales, y que hoy prefieren no encarar el problema de tolerancia opioide e intolerancia xenofóbica y cultural exacerbada por los discursos políticos que perturban la coexistencia étnica.

"En medio de las tensas relaciones entre EU y México, uno de los factores que afectan la forma en que los mexicanos y los estadounidenses se ven es la proximidad a la frontera. Pero aun los residentes fronterizos en los dos países no se inclinan de la misma manera", reporta el Pew Center, una respetable organización de estudios socioeconómicos.

Casi seis de cada diez estadounidenses (57 por ciento) que viven dentro de 300 kilómetros (km) de la frontera tienen una visión favorable de México, en comparación con el 66 por ciento en otras partes de EU. Lo que también es cierto en el lado mexicano: el 41 por ciento de los mexicanos que viven dentro de 300 km de la frontera de EU tienen una visión favorable de su país en comparación con sólo el 28 por ciento de los que viven más al centro; todo es cuestión de intereses y percepción.

La proximidad a la frontera no importa cuando se trata de puntos de vista sobre el muro fronterizo propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump. Solo cerca de un tercio (32 por ciento) de los estadounidenses cerca de la frontera y el 35 por ciento de los que viven más lejos de la frontera aprueban el muro propuesto. Los mexicanos están abrumadoramente unidos en oposición: solo el 3 por ciento de los mexicanos en el radio de los 300 kilómetros adentro de la frontera y el 5 por ciento de los mexicanos más allá de la frontera aprueban el plan de Trump.

"En general, las opiniones de los estadounidenses sobre México han sido bastante positivas al declarar a los medios, a pesar de las fricciones políticas; de hecho, el porcentaje de estadounidenses con una opinión favorable de México ha aumentado 12 puntos desde la última vez que el Pew Center formuló esta pregunta en el 2010"; sostiene la organización.

Agrega que, "sin embargo hay temor por la violencia e inseguridad y el turismo estadounidense, que ha caído el 12 por ciento en México contra un 18 por ciento de visitantes mexicanos,- "esto quiere decir que las opiniones de los mexicanos sobre EU se han deteriorado, cayendo del 66 por ciento favorable en 2015 a solo el 30 por ciento favorable en 2017".

Así que las cifras son unas, pero la percepción y el mercado son otras; México sigue siendo señalado como el culpable de la pandemia de uso de drogas y si la administración Trump se niega a compartir la responsabilidad , manteniendo e incrementando su política de cerrar las fronteras, mediante endurecimiento de políticas migratorias y comerciales, la sociedad mexicana podría reaccionar no sólo disminuyendo el turismo, sino abriendo las compuertas a la migración del Sur y dejar de cumplir vigilancia contra las drogas. Con ello, EU se inundaría de droga que acrecentará la violencia y la "pandemia de opioides"; es más, con una economía positiva creciendo por el apoyo de Trump a ricos y banqueros, en todo el país, incluyendo armas y drogas será cuestión de la ley de oferta y demanda; nada más, ni nada menos.

El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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