Monterrey

José Elías Abdala: ¿El home office llegó para quedarse?

Se ha demostrado que este nuevo modelo de trabajo es posible, funciona y que puede ser el futuro para muchas organizaciones.

La adaptación al cambio es sin duda una de las habilidades que se tiene que desarrollar para superar los constantes retos que se nos presentan a diario. El Covid-19 ha sido sin duda uno de los mayores retos que la humanidad ha enfrentado y no nos ha quedado otra opción más que fluir con lo que viene.

El home office ha sido uno de los cambios laborales que se han presentado por la situación actual por la que atravesamos; el concepto no es novedad, pero se ha convertido en un elemento esencial en estos días. Debido a la contingencia, las compañías e incluso algunos órganos de gobierno, se han visto obligados a trabajar desde casa. Para unos ha sido un gran reto, para otros un gran alivio.

Para muchas compañías el home office ha funcionado e incluso pudiera ser el futuro de las empresas. Con una combinación de personal trabajando desde casa y otros en la oficina, se desarrollará un modelo híbrido de trabajo. Sin embargo, ¿cómo afecta esta transición tanto para las empresas como para sus empleados?

Las empresas han implementado videoconferencias a través de distintas plataformas, introdujeron nuevos procesos de producción, disminución de viajes laborales, pero sobre todo los cambios más significativos serán en los espacios de trabajo y los servicios básicos.

Las empresas, al contar con un modelo híbrido de trabajo, no necesitarán del mismo espacio de trabajo que antes, por lo que probablemente recorten ese gasto correspondiente. Con esto, el sector de bienes raíces enfocado en la renta de espacios comerciales para oficinas pudiera enfrentar una disminución en la demanda de espacios, ya que sería un gasto innecesario y los precios pudieran ir a la baja, así como una desaceleración en la construcción de estos. Al igual, disminuirán los montos que se pagan por el consumo de electricidad, internet y agua, aunque se pudiera tener que destinar mayor capital al desarrollo tecnológico, la ciberseguridad y las nubes de almacenamiento.

Estos ajustes representarán un ahorro para las empresas, sin embargo, el precio lo asumirán los empleados, ya que, al trabajar desde casa, probablemente se necesite de una inversión para adaptar el espacio laboral en casa, así como un aumento en la capacidad del internet y en el consumo de electricidad, pero por otra parte verían un ahorro en el gasto de combustible, así como en el tiempo de traslado, siendo ésta una de las variables más trascendentales en nuestras vidas. Se esperaría que las empresas, al contar con ese ahorro, pudiera trasladarse en un aumento en el salario para los empleados.

México es el país con los mayores niveles de estrés laboral en el mundo, con el 75 por ciento de su fuerza laboral bajo esta condición, seguido por China y Estados Unidos según la Organización Mundial de la Salud y el IMSS. Es por esto que el home office puede ser una alternativa para mejorar la calidad de vida y trabajo de sus empleados, cuidando del estrés y de la presión de estar "conectado" todo el día y respetando el horario laboral, cambiando el paradigma de medir el trabajo por resultados alcanzados, en lugar de por actividad ni por tiempo.

Se ha demostrado que el home office es posible, funciona y que puede ser el futuro para muchas organizaciones. Tal es el caso de un estudio realizado por Ernst & Young (EY) que demostró que la productividad y el cumplimiento de objetivos pueden aumentar entre 13-20 por ciento bajo esta modalidad.

Una de las empresas que está llevando la batuta en este nuevo modelo de trabajo es Twitter, quien se ha convertido en la primera gran compañía tecnológica en permitir a sus empleados trabajar de forma remota de manera indefinida; Facebook y Google lo harán hasta finales de año.

Habrá industrias que les será más complicado adaptarse a esta nueva modalidad de home office, como la restaurantera, la hotelera, la médica y sobre todo la manufacturera. Para Nuevo León será un gran reto, ya que su principal motor económico es la industria manufacturera, sin embargo, sin duda los roles administrativos podrán adaptarse a este nuevo modelo, logrando eficientizar algunos costos.

Por otro lado, existen industrias en el estado neoleonés que se encuentran en auge, como lo son la industria del desarrollo tecnológico, emprendimiento, call centers, financiera y académica. Si estos sectores se logran adaptar de forma eficiente y veloz al home office, seguramente estarán teniendo resultados positivos en su productividad.

Ante esto, se puede observar que la tendencia hacia la digitalización laboral es algo que va en crecimiento, para unos una necesidad, para otros un gran reto. Este "experimento" originado por el Covid-19 tendrá que darles confianza a los empresarios para adaptarse al cambio de forma trascendental.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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