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A casi cinco semanas del cierre definitivo del Penal del Topo Chico, el gobierno estatal indicó que será en el transcurso de octubre cuando dicha población penitenciaria sea reubicada en las instalaciones del reclusorio de Apodaca.
Desde el pasado 11 de julio, el gobernador Jaime Rodríguez anunció en un evento público que será en octubre cuando se cierre definitivamente el Penal del Topo Chico tras haber operado por 76 años, y que en su lugar se proyecta la construcción de un parque público.
"En octubre cerraremos definitivamente el Penal del Topo Chico", dijo ese día el gobernador.
Ayer, ante distintos medios de comunicación, Rodríguez reiteró que dicho penal cerrará sus puertas de manera permanente, y que su población penitenciaria será trasladada al penal de Apodaca, en donde se realizan trabajos de ampliación de celdas.
"Tenemos que terminar la ampliación del otro (penal)", comentó ayer tras un evento público en el Palacio de Gobierno.
El 30 de septiembre es fecha probable, podemos tener una circunstancia de una semana, no he precisado una fecha exacta, la dijo ya el asesor de sistemas penitenciarios.
"Pero el 30 de septiembre estaremos listos, si estaremos listos, sin embargo, puede ser que nos falte ahí algún equipamiento, algunos detalles que suceden, para no precisarlo, pero si será entre el 30 de septiembre y las primeras semanas de octubre".
Cabe destacar que en lo que va de la actual Administración estatal, en el Penal del Topo Chico se han registrado escenas violentas, que van desde motines hasta riñas con saldo de decenas de personas sin vida.
El gobernador aseguró que, a diferencia del Penal del Topo Chico, los internos podrán tener más seguridad en el reclusorio de Apodaca.
"No queremos que ningún preso sienta que le va faltar algo, a las familias les pido tranquilidad, estamos haciéndolo por el bien mismo de los presos y de ellas, de las familias", dijo.
Entrevistado a parte, el secretario General de Gobierno, Manuel González, detalló que, con las ampliaciones en los penales de Apodaca y Cadereyta, entre ambos, se puede alcanzar una población penitenciaria de hasta 10 mil reos.
Una vez cerrado el Penal del Topo Chico, y con los traslados realizados, se estima que la actual población penitenciaria de Nuevo León sea de unos seis mil 600 internos.