Monterrey

¿Hacia dónde va el tipo de cambio?

OPINIÓN. En el mediano plazo, lo más probable continuará siendo que se observen episodios de volatilidad, con presiones en contra del peso mexicano y a favor del dólar.

Desde el pasado 20 de enero, el tipo de cambio ha observado una tendencia a la baja estable, debido a que la administración de Donald Trump no ha implementado medidas que afecten directamente a México.

Aunque sí existe una retórica agresiva en contra del país y de los acuerdos comerciales que están en pie, los tweets y comentarios no tienen el mismo peso que las acciones de política, las cuales han estado ausentes. Asimismo, las promesas de mayor gasto público que anunció días después de ganar las elecciones no se han concretado en un plan formal.

Así, Donald Trump se ha caracterizado por el ser el hombre de las palabras, pero no de las acciones. Por lo anterior, la presión sobre el tipo de cambio en México ha disminuido, no sólo porque es probable que no se materialicen acciones negativas contra México en el corto plazo, sino también porque es menos probable que la Fed suba su tasa de referencia en el entorno de incertidumbre económica de Estados Unidos, sobre todo porque la inflación en ese país sigue por debajo del objetivo.

De esta forma, en el muy corto plazo es probable que el tipo de cambio se mantenga en el canal entre 20.20 pesos (promedio móvil de 100 días) y 20.90 pesos por dólar. Si la apreciación del peso se combina con un incremento en la tasa objetivo de Banxico en 50 puntos base (a 6.25 por ciento) y comentarios acomodaticios de Janet Yellen los días 14 y 15 de febrero, es probable (pero no seguro) que el tipo de cambio busque romper el soporte de 20.20 y se dirija hacia el nivel de 19.90 pesos por dólar. Para que esto ocurra, también se necesita la ausencia de comentarios negativos provenientes de Estados Unidos en relación a México.

Así, el escenario más probable es que el tipo de cambio baje a 20.20 pesos por dólar. Por su parte, el escenario optimista sería niveles por debajo de 20.20, en busca del 19.90 y el escenario pesimista con 21.00 pesos por dólar.

En el mediano plazo, lo más probable continuará siendo que se observen episodios de volatilidad, con presiones en contra del peso mexicano y a favor del dólar. Las elecciones en Francia a partir de abril y el proceso del Brexit también afectarán a las divisas de economías emergentes, en particular el peso, por ser empleado como cobertura para pérdidas en otros mercados.

Asimismo, se espera que en mayo comiencen las negociaciones en relación al TLCAN (de acuerdo a comentarios provenientes del gobierno mexicano). En consecuencia, no se descartan presiones nuevamente a niveles por arriba de los 21 pesos por dólar e incluso el nivel de 22 pesos por dólar durante la primera mitad del año, si más allá de los tweets, Trump realiza alguna acción de política económica que afecte a la economía mexicana.

La autora es economista en Jefe de Grupo Financiero
BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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