Monterrey

Genera informalidad el 57% del empleo del país

OPINIÓN. Desde el punto de vista de la ocupación, el concepto de informalidad comprende distintas modalidades que van desde el típico micronegocio no registrado ante la autoridad tributaria (sector informal) hasta formas de trabajo utilizadas por unidades económicas formales que no les dan acceso a la seguridad social.

La economía informal absorbió más de la mitad (57.6 por ciento) de la población ocupada en México, y generó el 22.6 por ciento del PIB del país, en tanto que el 77.4 por ciento del PIB fue producido en el sector formal, dando empleo al 43.3 por ciento de la población económicamente activa durante 2016, de acuerdo con información proporcionada por el INEGI.

El INEGI dio a conocer recientemente los llamados "Indicadores de Informalidad Laboral", que proporcionan las cifras de la importancia de este sector desde 2003 hasta 2016. En todos los años, la economía informal representó entre el 23 y el 24 por ciento del PIB generado en México.

Los indicadores de informalidad laboral consideran dentro de la economía informal no solo al sector informal en sí, o unidades económicas constituidas por micronegocios que no cuentan con los registros básicos para operar, sino también las llamadas "Otras Modalidades de la Informalidad", es decir, la agricultura de subsistencia, el servicio doméstico remunerado de los hogares así como todas las variedades de trabajo que aunque ligado a unidades económicas registradas o formales, desempeñan su labor bajo condiciones de desprotección laboral.

Desde el punto de vista de la ocupación, el concepto de informalidad comprende distintas modalidades que van desde el típico micronegocio no registrado ante la autoridad tributaria (sector informal) hasta formas de trabajo utilizadas por unidades económicas formales que no les dan acceso a la seguridad social.

Del total de la economía informal en 2016, el 11.2 por ciento correspondió al sector informal propiamente dicho, es decir, a negocios no registrados dedicados a la producción de bienes o servicios, y el 11.4 por ciento testante a las otras modalidades de la onformalidad, que refieren al trabajo que, aunque laboró para unidades económicas distintas a las de los micronegocios no registrados, no contó con el amparo del marco legal e institucional (seguridad social, prestaciones sociales).

A lo largo del periodo (2003-2016) se observó que la Economía Informal tiene un punto de inflexión en el 2009, cuando se presentó su mayor participación en el PIB, para posteriormente iniciar una tendencia decreciente, hasta participar con un 22.6 por ciento en 2016.

La desagregación de la economía informal por sector de actividad económica muestra que el sector comercio tuvo la mayor participación en 2016, con el 31.3 por ciento del total, en segundo lugar estuvo la construcción con el 13.8 por ciento, en tercer lugar se encontraban las actividades agropecuarias con 12.5 puntos prcentuales, el cuarto lugar lo ocuparon las industrias manufactureras con el 12.2 puntos.

Dentro de las otras modalidades de informalidad el sector económico con mayor peso en su composición fue el sector agropecuario con el 24.0 pr ciento, seguido por el comercio que participó con el 23.0 por ciento, las industrias manufactureras con el 11.5 por ciento, los servicios personales, reparaciones y mantenimiento con 6.3 puntos porcentuales.

El sector informal es una de las asignaturas pendientes en el panorama económico de México en las últimas fechas y, aunque se ha producido diversos esfuerzos para integrarlo al resto del aparato productivo, estos han tenido poco éxito, como puede observarse en las cifras presentadas anteriormante. Esta debe ser una de las prioridades que deberá afrintar el nuevo gobierno sea cual fuera la bandera política del mismo.

Felices fiestas y próspero 2018
Esta será la última aparición de esta columna durante 2017, un año caracterizado, entre otras cosas, por un crecimiento moderado, alzas en la inflación, las tasas de interés y el tipo de cambio, además del incremento en la inseguridad y la incertidumbre política, dados los tiempos preelectorales.

En el plano local, el panorama estuvo dominado por las repetidas fallas del gobierno estatal y la incertidumbre sobre la permanencia o no del gobernador Jaime Rodríguez Calderón al frente de la entidad o la búsqueda de la Presidencia de la República.

A pesar de eso, deseamos a los lectores unas felices fiestas decembrinas en compañía de los suyos y que el 2018 les traiga paz y prosperidad.

El autor es economista dela UANL, con Doctorado en la Escuela de Graduados de Administración y Dirección de Empresas (EGADE) del ITESM. Es profesor de la Facultad de Economía de la UANL y miembro del SNI-Conacyt.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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