Monterrey

Energía contenida por elecciones

OPINIÓN. El conjunto de acciones que se realizaron antes de este periodo, ha servido como marco para hacer atractivo el país para las inversiones energéticas, pero también otros desarrollos que dependen de este sector.

Para fortuna de muchos, ya concluyeron las campañas políticas en México pero esto no ha provocado que el sector energético activará inmediatamente a sus lobistas para obtener nuevos proyectos y hasta destacaría que se vieron enrarecidos por un cabildeo titubeante que llegó a ocasionar la caída en las jugadas licitatorias de algunos desarrollos que estaban en proceso durante este periodo de promoción política.

Aunque parezca increíble, la construcción del gasoducto marino más grande de la historia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que algunos especialistas hablan que será la obra más grande de América -por su diámetro y largo del poliducto-, se acaba de caer un consorcio de la licitación en la que sólo participaban dos jugadores.

Estamos hablando que la CFE tenía destinado tres mil millones de dólares, que al ofertar un mejor precio el otro grupo empresarial –IEnova y TransCanada- provocó la salida de la jugada a Ducto Mar Gas, quién inmediatamente se inconformó de este resultado en un comentario escrito a mano, con tachaduras y sin acentos en algunas palabras, afirmando que buscará revertir las decisiones mediante "las vías aplicables". ¿Puede usted creer que un alegato hecho a mano sea por participar del negocio de tres mil millones de dólares?.

Ese es el nivel de lobismo que estamos teniendo por la tensión que han generado, particularmente en tres candidaturas a gobiernos estatales, de las 12 campañas políticas en México.

Cabe destacar que el conjunto de acciones que se realizaron antes de este periodo, ha servido como marco para hacer atractivo el país para las inversiones energéticas, pero también otros desarrollos que dependen de este sector; por ejemplo, una empresa armadora de automóviles detuvo su decisión de instalación hasta no tener los resultados electorales siempre y cuando sea en un estado que le garantice el abasto industrial necesario de gas natural.

Mientras en México estamos a semanas por reactivarse la toma de decisiones del sector energético, en Estados Unidos acaban de entrar en su impasse, también por las elecciones pero estadounidenses. En la última semana la polarización entre Donald Trump y particularmente con Hillary Clinton, llegó a niveles que aumentaron el nerviosismo de los petroinversionistas que han declarado abiertamente sobre sus temores e incertidumbre sobre el futuro de la nación. Es decir, nuestra energía contenida por la contienda mexicana será de menor tiempo y con menores fobias, que la contención norteamericana; lo que pudiera traducirse en una gran área de oportunidad para los mexicanos, dado que algunos negocios se vendrían fortuitamente al territorio mexicano, como ya parece ser una gran avanzada de los gaseros texanos hacia Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.

Por lo pronto, tendremos que estar muy atentos de los ganadores en Tamaulipas, Veracruz, e Hidalgo, sin olvidarnos de nuevos estados energéticos –no petroleros- como Chihuahua y Oaxaca, en sí, todas los nuevos gobernadores el sector estará analizándolos hasta como empezarán a diseñar sus gubernaturas, para de ahí partir en el cómo se reactivará el sector energético y dónde. ¿Usted qué opina?

* El autor es consultor en comunicación política y del sector energético en Tamaulipas

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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