El reto de los jubilados

Cuando una persona se jubila, en Monterrey o en cualquier parte de México, inicia un vía-crucis que no siempre termina bien. Las historias obscuras de los jubilados son muchas, en la mayoría de las veces se trata de pocos recursos monetarios y la soledad.

Se desarrolla un temor a ya no servir para nada y una ansiedad de vacío interior. Como toda la vida se dedicó al trabajo pues no se tienen vínculos con nadie, salvo con los compañeros de la jornada diaria y muchas veces esas ataduras no son sanas.

El principal problema es el tema de la salud. Cuando un jubilado se separa del trabajo, sino es que antes, empieza a desarrollar síntomas como: estrés, ansiedad, pesimismo, depresión, propensión al alcoholismo, soledad, co-dependencia, reacciones violentas y pérdida de relaciones.

Esto afecta de manera adversa a la familia, si la tuviera, o a la compañera o pareja afectiva. Las instituciones de salud, en el caso de Monterrey, poco pueden hacer. El médico familiar, si le va bien, lo manda con el geriatra o con el psicólogo. Muchas veces regresa a casa igual como se fue, o sea, sin resolver su cambio de vida.

Algunas investigaciones académicas han ubicado que para atenuar este efecto en la salud los jubilados tendrían que mantener las relaciones y sus vínculos sociales positivos, continuar rutinas relacionadas con el deporte o la actividad física, mantener un descanso adecuado, cuidando de no prolongarlo, dado que esto podría generar inactividad y un sentimiento de no sentirse útil.

Además de esto, que es bastante obvio ¿Qué más se podría hacer? Quizá deberían averiguar qué es lo que quieren hacer con su vida. Porque hasta el momento de la jubilación esa parte estaba resuelta con una sola palabra: trabajar.

Pero hoy que no tiene una razón para levantarse temprano, ni tiene que llegar temprano a ningún lado, ni hay una tarea esperando la pregunta es: ¿Qué hacer, qué hacer ahora?

Saber que quiere uno no es fácil, de hecho es más fácil saber qué es lo que no se quiere así que ese podría ser el paso número uno.

Escribir del lado izquierda de una página una lista de todo lo que no quiere. Enfrente de cada tema que escribió ahora ponga lo contrario de ello.

Por ejemplo "no quiero sentirme solo" lo contrario podría ser "quiero sentirme acompañado"

Una vez que termine su lista de contrarios léala en voz alta para verificar si eso que esta ahí escrito es lo que usted quiere.

Ahora póngale un orden de prioridades. Ponga números que identifiquen los temas desde los más importantes a lo menos importante o prioritario en su nueva vida.

El paso número dos sería contestar para cada uno de los temas, de lo que si quiere, que necesita hacer y qué recursos económicos, humanos o intelectuales necesita, para hacerlo desde hoy para que se vuelva realidad.

Encontrará que hay cosas que puede hacer inmediatamente y otras que requerirán un poco más de su tiempo y de ayuda.

También encontrará en la lista de las cosas que si quiere habrá tres o cuatro temas que son muy importantes y que le cambiarán el enfoque a su vida y las demás, que no lo son tanto, y que puede vivir sin ellas.

Una vez que ya sabe que quiere y que tendrá que hacer para conseguirlo ahora debe tratarlo como un sueño por el cual luchar, un sueño que puede compartirlo con las personas que ama y sus amigos cercanos. Entonces se dará cuenta que alguien comprará su sueño y se ofrecerá para luchar a su lado para conseguirlo.

Pero si nadie acepta su sueño y nadie le quiere acompañar, no se preocupe porque desde el principio usted sabía que se trataba de su vida y solo usted puede vivirla y gozarla.

Después podrá adornar esta nueva etapa de su vida con personas que encontrará en el camino, y podrá tomar atajos para llegar más pronto y quizá hasta aprenda que lo hermoso de la vida está en el camino y no en la meta. Así que disfrute su nuevo camino y comparta con los que le rodean.

El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM.

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