Monterrey

El Ethereum, ¿heredero del Bitcoin?

OPINIÓN. El Ethereum funciona de la misma manera que el Bitcoin, es decir por medio del Blockchain, pero con algunas diferencias respecto a su algoritmo y el tiempo necesario para su confirmación y validación por los mineros.

Sin duda el 2017 fue el año más popular en lo que va de vida del criptomundo, y aunque muchos estemos en contra de estos "activos digitales", no podemos negar que ha motivado a un nuevo público a invertir tanto en los mercados financieros tradicionales como en este nuevo mundo.

Y es que esto no fue para menos: el muy conocido Bitcoin tuvo un rendimiento en el año pasado de más del 1,800 por ciento, una verdadera locura, pasando de $998.89 USD a inicios del 2017 a $19,187 USD en diciembre pasado. Sin embargo, todo el mundo cripto cayó a finales de año, ¿Cuál fue el motivo?, las grandes ballenas se deshicieron de sus activos para recoger sus ganancias, lo que nos hizo recordar que los primeros inversionistas tienen todavía grandes cantidades de criptos y mueven el precio, provocando que los precios quedaran por los suelos, sin poder recuperarse hasta el momento a los valores que tenían antes de la estrepitosa caída. Lo mismo sucedió en días pasados, grandes inversionistas retiraron sus inversiones en cripto donde la nueva variable son sin duda los derivados que existen en Bitcoin.

Pero hay una criptomoneda que desde el año pasado empezó a colocarse en los wallets y que se recuperó inmediatamente de la baja en estos dos momentos con un rendimiento exponencial, hablamos del Ethereum.

El Ethereum funciona de la misma manera que el Bitcoin, es decir por medio del Blockchain, pero con algunas diferencias respecto a su algoritmo y el tiempo necesario para su confirmación y validación por los mineros, (el Ether es más rápido), y una de las diferencias más importantes es la cantidad de monedas que habrá, mientras que el Bitcoin existirá un límite de 21 millones de monedas, el Ethereum no tiene tal límite, provocando que los fundadores y programadores puedan mediar su valor creando más, tal y como si fuera un Banco Central, y es más, se conocen a los creadores y fundadores de todo esto, cosa que le da un poco más de credibilidad que el Bitcoin. Es más, atrás del Ether, se escuchan nombres creando ya alianzas con importantes compañías como  J.P. Morgan Chase, Microsoft e Intel.

Durante 2017, el valor del Ethereum inició en $8.20 USD y finalizó en $736 USD, se está repitiendo la historia del Bitcoin, la gente lo está inflando, siendo que la idea y función original de las criptomonedas era la de facilitar la compra y venta de artículos sin intermediarios y de una manera segura. Recordemos que el 90 por ciento de las monedas son para fines especulativos y que solo el 10 por ciento de su "público" lo utiliza para comprar y vender productos. Y es que a como están las cosas, ningún negocio va querer recibir criptomonedas por las grandes fluctuaciones que puede tener durante un mismo día.

Si hablamos de inversiones, una vivienda genera una renta, un negocio genera utilidades, cuando se invierte en acciones hay dividendos y atrás hay una compañía con activos. En el caso de las criptomonedas ¿Cuál es el fondo? De nueva cuenta se está buscando una manera fácil, rápida y sin fundamento para generar rendimientos. Sigo insistiendo, lo importante de las criptomonedas es lo que hay detrás, la tecnología blockchain, a esa es la que se le debería invertir para buscar más aplicaciones.

Ahora bien, si realmente las criptomonedas van a funcionar, es bueno que no estén concentradas en pocas manos, que se empiecen a dispersar entre varios para dar más estabilidad al precio y que realmente en un futuro puedan funcionar para lo que realmente fueron creadas y aprovechar su tecnología.

Pero si entras a este tipo de inversiones solo te puedo decir que la estabilidad no es algo que la podamos agregar como adjetivo aquí, aconsejando a los que están y quieren estar en el negocio de las criptomonedas, solo invertir lo que están dispuesto a perder sin arrepentimiento ni remordimientos.

El autor es contador y profesor Contabilidad y Finanzas de la Escuela de Negocios del Campus Monterrey. Su correo electrónico es: jorozcob@itesm.mx

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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