Monterrey

El Comercio Internacional, el T-MEC y el Turismo, los nuevos rehenes de Trump

Los economistas advirtieron que un cierre prolongado de la frontera entre los dos países probablemente los hundiría en recesiones y que sería fatal para sus perspectivas –de Trump-, de reelección.

Los días 4 y 5 de Abril fueron las fechas en que Donald Trump dijo podría cerrar toda la frontera con México. El mismo 5 de abril, por la tarde como reportero, utilicé el puente Numero II, -Juárez – Lincoln-, en Nuevo Laredo para cruzar de México a Estados Unidos (EU), y en realidad solo me tomo cinco minutos el estar frente al oficial de aduanas mostrando mi pasaporte y el de mis acompañantes, casi no lo podíamos creer: Los puentes internacionales vacíos ante el miedo causado por las protervas amenazas de Trump.

Previamente, el 3 de Abril, en la ciudad de Monterrey atestigüé como la gente de negocios se mostraba incrédula ante estas nuevas amenazas del presidente Trump, una vez mas no solo estaba fustigando a México, si más bien a punto de crear un caos en la economía según declararon TODOS los alcaldes de las Ciudades fronterizas entre Texas y México ese mismo día, donde por cuestiones de trabajo me reuní en forma fortuita con funcionarios del departamento de Estado de EU destacados en México, mismos que rehuían cortésmente a la prensa, por razones obvias de lo que estaba pasando y su propio desconcierto.

Así es, Trump amenaza con cerrar las fronteras con México para castigarle "por permitir" el ingreso de inmigrantes ilegales a EU o por aquellos que entran legalmente solicitando asilo; sin embargo al día siguiente Trump dijo –magnánimamente-, que le daría a México un año para detener el flujo de migrantes y drogas que ingresan a los EU antes de imponer aranceles o cerrar la frontera, cediendo así, en forma repentina por la presión desde adentro de su propio partido y a la voz de comunidad empresarial para mantenerla abierta, pero nadie se puede confiar, ante una amenaza de "tolerancia cero".

Los alcaldes de la frontera, -Republicanos y Demócratas-, todos ellos coinciden en que el daño que se infringiría a la economía y a la estabilidad de esta franja entre México y EU sería caótico e impensable. Muchos especialistas y políticos creen que esta es una más de las barrabasadas de Trump para asegurar un segundo término en la presidencia ya que dicen que "parece poco probable que el mandatario pudiera cumplir con esta amenaza", por ejemplo el Wells Fargo Bank echó un vistazo a las posibles consecuencias de un cierre de la frontera y aseveran sus especialistas que: "Si bien esto no provocaría una recesión", Wells Fargo sostiene también que un cierre prolongado podría paralizar a la industria automotriz estadounidense y hacer que la economía de EU se ponga de rodillas al interrumpir el comercio automotriz en las importaciones mexicanas, al final el banco llega a una cifra que estima en 2 mil Quinientos millones de dólares por semana en daños, tan solo a la economía estadounidense, ¡Imagínese Usted amable lector de esta columna, el posible daño que se infringiría a México!

Las ramificaciones económicas pueden ser peligrosas, advierte el NY Times. Grandes segmentos de la economía de EU, especialmente en agricultura y manufactura, operan bajo el supuesto de que la frontera con México permanecerá abierta: "México es el tercer socio comercial más grande de los EU, y cada día fluyen 1.7 mil millones en bienes entre estos países".

Los economistas advirtieron que un cierre prolongado de la frontera entre los dos países probablemente los hundiría en recesiones y que sería fatal para sus perspectivas –de Trump-, de reelección.

Otra arma de la que Trump ya empezó a echar mano para crear temor son los aranceles; es posible que sus amenazas para cerrar la frontera estén destinadas principalmente a presionar al gobierno de México y a los demócratas en el Congreso para que se inclinen ante sus demandas, como la del Muro.

La toma de "rehenes" y el provocar temor, han sido una de sus tácticas de negociación favoritas y nuevamente los tiene. Pero su decisión de cerrar parcialmente el gobierno federal el pasado invierno, que lo hizo, también muestra que está más que dispuesto a "matar a los rehenes" con tal de mostrar a su base electoral quien tiene el poder. El T-MEC también será un rehén si los legisladores mexicanos no se mantienen firmes o si aceptan abrir nuevamente discusiones sobre temas ya acordados por tan solo el miedo de que se impongan aranceles a los automóviles.

Como resultado, ya el comercio internacional ha empezado a sufrir los estragos del tortuguismo y el desmantelamiento agresivo de agentes de aduanas en EU; esta Semana Mayor, no hay duda que el turismo y los almacenes en las fronteras resentirán el efecto de las amenazas poco escrupulosas que salen desde la Casa Blanca.

El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos.

Opine usted: javier.amieva@hispanicinternational.com

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