Monterrey

Armando Moguel: Transformarse y colaborar, la ruta de salida para las PyMes

Según datos del IMSS, la pérdida del empleo formal en Nuevo León en el mes de abril fue del 3.22 por ciento.

La magnitud y urgencia de la situación por la que atraviesan las Pymes debido al Covid-19 requiere de un cambio de paradigma en el cómo se entienden y colaboran juntas, ya que de no ser así el impacto a futuro puede ser devastador.

Basta con ver algunos números para entender que la situación actual es alarmante. Según números del IMSS, la pérdida del empleo formal en el estado de Nuevo León solamente en el mes de abril fue del 3.22 por ciento, poco más de 53 mil empleos. En los últimos 20 años no se ha visto una pérdida de empleos formales de tal magnitud en un solo mes. Para darnos una idea, este mismo dato en diciembre de 2008, fue del 2.8 por ciento.

A nivel nacional, según encuesta llevada a cabo el 27 de abril por MassiveCaller (https://twitter.com/MassiveCaller), 30 por ciento de los empleados encuestados, formales e informales, dejó de percibir sueldo; más de la mitad de los empresarios despidió algunos trabajadores; y 16.3 por ciento despidió a todos.

Hoy, para muchas Pymes la demanda tiene un alto nivel de incertidumbre, disminuyó o se mudó a otra parte. Si bien, algunos cambios son temporales, otros llegaron para quedarse.

Lo que ayer eran modelos de negocio que respondían a necesidades y comportamientos conocidos, hoy son modelos que han perdido relevancia y tienen capacidad ociosa.

Urge implementar un proceso que acelere la adaptación del modelo de negocio de la Pyme, comenzando por su propuesta de valor, y a la par, facilitar los mecanismos que fomenten la combinación de capacidades con otras Pymes para así crear y aprovechar oportunidades.

Esto requiere de un acto de equilibrio entre el pensamiento divergente y el convergente, sin enfrascarse en el uso de una sola herramienta de análisis. Esto es, mantener una visión panorámica con un enfoque claro en lo que es factible y viable. Mantener este balance se puede lograr siguiendo un proceso que haga las preguntas correctas.

Comenzar por preguntarse qué ha cambiado (divergente) y cuáles son los efectos en la empresa y en sus clientes (convergente), para partir de un entendimiento claro de la realidad. Acto seguido, considerar qué opciones tiene la empresa (divergente) y qué se requiere para que sean viables (convergente). Por último, responder cómo se pueden aprovechar los recursos estratégicos de la empresa, tanto los propios como aquellos a los que tiene acceso (divergente), y cómo prepararlos para que funcionen efectivamente (convergente).

Distintas herramientas pueden utilizarse para responder a estas preguntas. Herramientas como Design Thinking, Business Model Canvas y Lean Startup. El punto es utilizar la herramienta adecuada en función de la pregunta que estamos tratando de responder.

Con recursos a los que se tiene acceso, nos referimos a recursos que se comparten y combinan. Es lo que hacen las plataformas de Uber y Airbnb. Si llevamos este concepto al contexto de las Pymes, un mundo de posibilidades se abre cuando entre los recursos compartidos no sólo incluimos instalaciones físicas, sino también habilidades, alcances geográficos, conocimientos, aliados, capacidad de contacto y relación con clientes, así como canales de distribución, venta y comunicación.

Ese tejido de recursos que ofrece al cliente una propuesta de valor poderosa capaz de adaptarse a nuevas necesidades, es a lo que llamamos un ecosistema empresarial.

Sin embargo, este "capital social" no se construye solo.

En base a nuestra experiencia, tal como "teoría de juegos" propone, la colaboración entre empresas se basa en definir una visión de largo plazo, construida a base de proyectos de corto plazo. Con cada iteración exitosa, la confianza entre empresas crece.

Esto se logra abriendo espacios donde las Pymes encuentren la guía para transformarse, así como la confianza para compartir ideas e identificar posibles escenarios de colaboración.

Haciendo esto, es posible llegar a un plan de trabajo que sea fácil de monitorear. No solo ver que las actividades se den a tiempo, sino monitorear periódicamente si aquellos supuestos con los que se construyó el nuevo modelo de negocio se ven confirmados por el comportamiento de la demanda.

Transformarse y colaborar. Suena sencillo, pero no lo es. Muchos son los esfuerzos y ofertas donde se busca capacitar a la Pyme, pero pocas tienen una meta clara y un sistema de seguimiento y acompañamiento.

Afortunadamente, las tecnologías de la información hoy nos proporcionan las herramientas para construir las plataformas donde las Pymes tengan espacios de transformación y colaboración. Donde, además, reciban guía y acompañamiento; factor indispensable para la efectividad de la plataforma.

El gran reto es construir estos espacios, promoverlos y asegurarse de que día con día responden mejor a las necesidades de la Pyme. Por su parte, a la Pyme le corresponderá participar comprometidamente en ellos.

El autor es Ingeniero Físico con Maestría en Dinámica de Sistemas, Cofundador de 7Qstrategy.

Opine usted: armando@7qstrategy.com

Este artículo de opinión fue hecho con la colaboración de Claudia Sánchez Vela quien es Ingeniero en Sistemas con Ph.D en Economía. Además es Profesora de la UANL.

Opine usted: claudia.sanchezvl@uanl.edu.mx

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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