Monterrey

Aranceles al acero y aluminio incrementará precios de autos

En la segunda mitad del año se tendrá un panorama de cuánto sería el impacto.

El sector automotriz y de autopartes de la entidad enfrentará en la segunda mitad del año las repercusiones que tendrá la imposición de aranceles al aluminio y acero de México por parte de Estados Unidos, y un primer impacto será el incremento de precios de las unidades automotrices, dijo Manuel Montoya, director del Clúster Automotriz.

"Sí habrá una afectación en el precio final en los próximos seis meses una vez que se coloquen los coches que se fabricaron sin estos aranceles, pero los que estén por entrar a la producción esos tendrán la afectación", añadió.

Mucho dependerá de cada armadora y de su estrategia de precios, pero sí habrá afectación, enfatizó el directivo.

Comentó que las empresas hasta el momento no han manifestado que detendrán y menos cancelarán sus planes de inversiones.

"Las armadoras que están establecidas siguen trabajando al mismo ritmo e invirtiendo", añadió.

Montoya consideró que no existen razones para que México pueda sobre reaccionar, así que las medidas proteccionistas aplicadas hasta el momento por el gobierno mexicano están bien.

Empresas como Gissa ha manifestado que el impacto será mínimo para esta compañía, alrededor del 90 por ciento del contenido de Draxton México es regional. Los productos que Gissa exporta no están incluidos en los aranceles nuevos y los productos de aluminio de Draxton se venden en Europa, e incluso analistas de Banorte casa de bolsa, señalaron que la posible disminución de producción de acero en México podría abaratar el costo de la chatarra que es lo que se utiliza en los procesos de producción.

De acuerdo con el Instituto de Investigaciones Económicas de Múnich (IFO), a México le costaría alrededor de tres mil 700 millones de dólares el incremento del 25 por ciento en las tasas de arancel a la importación de automóviles y componentes de vehículos anunciado por el gobierno estadounidense.

Para este instituto México sería el mayor damnificado por esta política de restricciones comerciales sobre los coches y los componentes que se emplean en su fabricación.

Los grandes fabricantes estadounidenses, con fuertes inversiones en México, ya han rechazado esta medida que encarecería su estrategia de producir en territorio mexicano.

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