Monterrey

Alicia Galindo: Finanzas para niños

El esfuerzo y la disciplina son las claves del éxito, como regla general, para todo.

El día de hoy me encuentro creando una presentación para enseñarle conceptos básicos de finanzas a niños entre seis y 12 años. Quise hacer un pequeño relato sobre mi experiencia al "armar" el material, porque creo que la educación financiera puede mejorar la vida de las personas creando bienestar, inclusive paz. En mi experiencia como docente, nunca había tenido la maravillosa oportunidad de enseñar a niños. Para mí es un reto que me he propuesto conquistar para lograr uno de mis objetivos personales.

¿Cómo enseñar finanzas a los niños? Considero que las finanzas pueden ayudar a tomar buenas decisiones en cómo crear fuentes de ingreso y como gastarlo. Permiten conocer cómo trabaja el dinero y tomar decisiones inteligentes sobre ahorro, gasto e inversión. En otras palabras, los niños deben de conocer que las finanzas permiten conocer la forma en que el dinero es obtenido, administrado y usado. Para aplicar estos conceptos diseñé con ejemplos prácticos y muy precisos los temas del valor del dinero y su poder, haciendo referencia al poder del interés compuesto.

La literatura que he adquirido y disfrutado al momento sobre estos temas me han ayudado a resumir lo que es importante para los niños. A continuación, describiré algunos puntos relevantes que todo niño debería de saber para formar una relación saludable y de bienestar con el dinero y sus finanzas.

En primer lugar, es importante enseñar el valor del dinero y la paciencia. No existe gratificación inmediata sobre las cosas que realmente valen la pena. El esfuerzo y disciplina son las claves del éxito, como regla general, para todo. En otras palabras: "El dinero no crece en los árboles" y hay que ganarlo. En segundo lugar y definitivamente creo que esto es sumamente relevante, es enseñarles a nuestros hijos que lo más importante no son las posesiones que tengamos, sino todo aquello que el dinero no puede comprar. Por ejemplo, la salud, nuestros seres queridos, nuestra conciencia tranquila y nuestra felicidad.

Por el lado práctico, en tercer lugar, está el tema de la magia del interés compuesto y el tiempo. Albert Einstein llamó al interés "como la fuerza más poderosa en el universo". Y es que este permite crecer el dinero ahorrado e invertido a través del tiempo. Cuando impulsamos a los niños a empezar a ahorrar e invertir, desde edades tempranas, estamos creando un hábito financiero indispensable para asegurar su futuro.

Continuando con la lista, en cuarto lugar, está el enseñarles a los niños las diferentes formas de ganar dinero. Y es que, en el mundo de las finanzas y la contabilidad, existen siete formas importantes: a través de un salario, emprendiendo, a través de intereses, ingreso por dividendos, ingreso por rentas, recibir garantías y ganancias de capital. Sin embargo, se puede mantener de manera simple la enseñanza de estos conceptos recalcando la importancia del esfuerzo en emprender sobre una idea novedosa y que, sobre todo ayude y contribuya a la sociedad. Todo proyecto debe de tener este último fin para que sea exitoso. En otras palabras, que genere valor a los demás y que ayude a la vida de las personas.

En penúltimo lugar está el concepto de crédito, sus ventajas y desventajas. El crédito no es malo, de hecho, es una herramienta que nos ayuda a adquirir bienes y servicios de manera inmediata, prometiendo el pago de su costo en el futuro. Existen compras inteligentes como la adquisición de propiedades, el pago de la educación, viajes, etc., que gracias al buen manejo del crédito se pueden realizar. Sin embargo, debemos de cuidar el no excedernos o gastar en cosas que no necesitemos y que después nos afecten en nuestra salud financiera. Todo tiene su consecuencia y lo relevante del concepto del crédito es el pago puntual de las deudas. Tener esa disciplina garantiza un mayor control en la vida financiera.

Por último, los niños deben de saber que no existe la suerte, y que todo se debe al esfuerzo y a las decisiones inteligentes que tomemos. Si impulsamos a los niños a que encuentren algo que les apasiona y que en el futuro se pueda monetizar, se puede lograr más que tener buenos hábitos financieros, sino también tener paz mental y la gratificación de ayudar a los demás.

Todavía no he vivido la experiencia de este taller y volveré a platicar del tema porque definitivamente hay que impulsar la educación financiera en nuestros niños. Ellos son el futuro de la humanidad.

La autora es profesora del Departamento Académico de Contabilidad y Finanzas, de la Escuela de Negocios.

Opine usted: alicia.galindo@tec.mx

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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