Monterrey

Agarzelim Álvarez y Alejandro Suárez: Incertidumbre, el motor para la transformación ágil del negocio

A través de experimentos pequeños, no costosos y de rápido aprendizaje.

La pandemia del Covid-19 representa hoy para las organizaciones una gran oportunidad para evolucionar, ya sea por conveniencia o por supervivencia. Imaginar el futuro se vuelve indispensable para adaptarse y gestionar la disrupción. Y una forma útil para llevarlo a cabo es desde la perspectiva de la transformación, ya que, a través de ésta, una empresa puede redescubrirse, redefinirse y/o cambiar su rumbo para lograr adaptarse. Transformación significa "cambiar de forma manteniendo la identidad", y en el contexto de los negocios, transformación implica pensar en nuevas formas de operar, conservando la esencia de la marca o del negocio.

Actualmente, aunque cada organización opera y ha sido exitosa de manera diferente, pudiéramos clasificarlas en dos grandes grupos de acuerdo con su cultura de gestión: las tradicionales y las de enfoque ágil. Pero ¿qué diferencia existe entre el enfoque ágil y el enfoque tradicional? Algunas de las diferencias más importantes son: 1) El enfoque tradicional promueve el diseño de planes de gran alcance, alto costo y lenta implementación, mientras que el enfoque ágil opera a través de experimentos pequeños, no costosos y de rápido aprendizaje; 2) En el enfoque tradicional fallar no es opción, en el enfoque ágil se reconocen los errores como medio de aprendizaje; 3) La empresa tradicional trabaja en silos especializados por área, la empresa ágil trabaja en equipos multifuncionales a través de procesos iterativos; 4) La organización tradicional basa su medición del desempeño en indicadores como el ROI (return-on-investment), la participación de mercado e indicadores financieros estandarizados, mientras que la organización ágil utiliza también la contabilidad de la innovación (monitoreo continuo de indicadores que miden el avance hacia el cambio buscado).

Algunas de las empresas que han adoptado exitosamente un enfoque ágil son BBVA, Banregio, Unilever, Cemex y Walmart, entre otras grandes empresas que operan en México. La implementación del enfoque ágil los ha beneficiado en: incrementar la velocidad en el desarrollo de nuevos productos, mayor engagement del consumidor con la marca, identificar nuevos segmentos de mercado, mayor satisfacción de los empleados y ahorros operativos importantes.

Sin embargo, la mayoría de los empresarios que desean migrar hacia el enfoque ágil se encuentran en apuros ante contextos como el actual, y de un día a otro enfrentan múltiples retos, tales como: asegurar la continuidad del negocio, aprender sobre agilidad, probar el enfoque, monitorearlo, promover y comunicar el cambio, y finalmente permearlo como parte de la cultura organizacional. ¿Cómo se puede lograr hacer todo esto en medio de un contexto tan complejo e incierto? Y sobre todo, ¿cómo saber si es conveniente migrar hacia el enfoque ágil o no? Es importante decir que el proceso conlleva tiempo, pero sobre todo, requiere acompañamiento, es decir, contar con la guía de un experto que dibuje el camino a seguir para transitarlo con seguridad es importante. A continuación, compartimos algunas recomendaciones básicas para iniciar un proceso de transformación ágil en la organización:

• Identificar las iniciativas de negocio prioritarias o urgentes ante el entorno actual.

• Identificar líderes dentro de la organización que sean capaces de lograr cambios, por sus características de liderazgo y su experiencia.

• Formar pequeños equipos de trabajo multidisciplinarios para atender estas iniciativas, guiados por los líderes identificados previamente.

• Entrenar a los equipos en métodos de trabajo ágiles: Design Thinking, Scrum y/o prácticas de emprendimiento.

• Permitir a los equipos diseñar experimentos utilizando procesos iterativos de exploración y aprendizaje.

• Identificar los éxitos y los aprendizajes que generan valor para el negocio.

• Trasladar estos descubrimientos al resto del negocio.

• Convertir estos pasos en un proceso que se puede replicar en varias partes de la organización.

El contexto que nos presenta hoy la pandemia del Covid-19 nos obliga a romper paradigmas en la manera de innovar. Iniciar procesos de transformación en la organización utilizando el enfoque de agilidad se vuelve hoy apropiado para gestionar la transformación ante un contexto de incertidumbre. Lo importante será atreverse a experimentar y aprender a iterar. Y usted, ¿ya visualizó su camino hacia la transformación?.

La autora es profesora investigadora en la Escuela de Negocios de la Universidad de Monterrey (UDEM). Tiene un Doctorado en Administración por la EGADE Business School y ha trabajado en la industria de consumo, consultoría y por más de quince años en la industria de educación superior. Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (CONACYT).

Opine usted: zelim.alvarez@udem.edu

° Alejandro Suárez ha desempeñado varios puestos ejecutivos en la industria de alimentos en México durante 30 años. Es Ingeniero Industrial y de Sistemas del ITESM y tiene una maestría y estudios doctorales en Investigación de Operaciones de The George Washington University.

Opine usted: aluzarte@gmail.com

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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