Monterrey

Marco Pérez: Engañando al pueblo bueno (y no tan sabio) manipulando cifras oficiales

Algunos amigos y lectores de mis notas en este diario, me contactaron este lunes para pedirme mi opinión sobre una información que se publicó ese día en un diario de esta localidad, donde con información “oficial” de la Secretaría de Hacienda, reportaban que el saldo de la deuda NETA del sector público federal había aumentado menos de $2 billones de pesos en todo el sexenio de López Obrador, cuando los datos oficiales publicados por Hacienda, reportan que tan solo de enero a agosto de este año (8 meses) la deuda pública federal aumentó la friolera de $2.6 BILLONES DE PESOS, y considerando los 5 años 8 meses que cubre esta estadística, el aumento en la deuda suma $6.7 BILLONES DE PESOS.

El truco, o la alquimia con la que se manipuló la información oficial para llegar a este falaz y absurdo resultado, fue inventar el concepto de deuda a pesos constantes, en este caso, pesos de 2024, un concepto jamás antes calculado, precisamente porque es absurdo aplicarle la inflación a un “saldo” de deuda heterogénea que se ha acumulado en más de 100 años, y más absurdo porque solo se “inflan” las deudas anteriores, pero NO a la deuda actual, sin importar que hay deuda nominal contratada por este gobierno en 2019, 2020, 2021, 2022 y 2023, las cuales NO las inflan para pasarlas a pesos de 2024, en un cálculo chapucero y engañoso.

El ejercicio de “inflar” cifras nominales para llevarlas a pesos de un año futuro, se deriva del concepto de “deflactar” utilizando la inflación de años anteriores, es una herramienta útil para comparar el poder adquisitivo de algunos variables económicas expresadas originalmente en pesos nominales, del año o de la fecha en que se dieron, y se aplica a variables nominales de fecha cierta, como por ejemplo el salario mínimo, entre una fecha y otra, o el valor del PIB entre un año y otro, pero NUNCA aplicado a variables de SALDO que se ha acumulado con los años, como lo que se hace ahora con la deuda.

Al rato van a inventar que el saldo de billetes y monedas en circulación (acumulado con los años) se puede calcular a “pesos constantes” de tal o cual año, o las reservas del Banco de México, aplicando erróneamente una herramienta del análisis económico.

¿Sería ésta la última travesura de Gabriel Yorio, o solo un fallido intento de algún novato egresado de una Universidad del Bienestar, para engañar al pueblo bueno (y no tan sabio) y de paso al propio Secretario? Como en 2021 cuando le vendieron la idea que había $40,882 millones de pesos de ingresos extraordinarios (de aprovechamientos) por concepto de bonos colocados “arriba de par” o de valor carátula, cuando realmente estos mayores ingresos son “deuda” que se va a pagar al inversionista vía una mayor tasa de interés, ya que reabrieron viejas emisiones que pagaban como 400 puntos base por arriba de las tasas actuales.

Sin duda alguna, qué difícil es defender lo indefendible, pero llegar al extremo de inventar conceptos y manipular cifras oficiales, para engañar al respetable, que carece de conocimientos especializados para discernir e identificar el engaño, es negar la realidad, y peor aún, pone en duda la honestidad intelectual de algunos funcionarios públicos.

Es entendible que quienes trabajan para el Gobierno, intentan generar expectativas favorables en los agentes económicos, y es válido ver el lado medio lleno del vaso, pero solo cuando en realidad SÍ HAY ALGO DE AGUA EN EL VASO, y no inventar que sí la hay, cuando el vaso realmente está vacío.

Bien dice un refrán popular, que para que un enfermo se alivie, lo primero que se necesita es que ACEPTE que está enfermo, para que acceda a tomar la medicina, pero si NO ACEPTA que está mal, no habrá manera de que se alivie.

La gran duda, es si en realidad en la Secretaría de Hacienda, ACEPTAN que los resultados financieros son extremadamente abultados y preocupantes, o si realmente creen su discurso de que las finanzas públicas están “sanas”, como lo defienden.

Finalmente se le debe exigir a la SHCP que deje de utilizar el concepto de deuda “neta” en sus informes y use el de deuda “bruta” ya que, primero, ese concepto de deuda neta (de disponibilidades en caja y no neta de amortizaciones de la deuda) NO es el que define ni la Ley Federal de Deuda Pública, ni la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, y tampoco es la deuda neta que le autoriza el Congreso en Ley de Ingresos, pero ya se ha hecho costumbre contratar deuda en exceso a la autorizada por el Congreso, y presentar un dato inferior, al restarle las disponibilidades en caja, no solo de la TESOFE, sino también de la Banca de Desarrollo y de los Organismos y Empresas, desvirtuando y burlando las disposiciones del Congreso.

De hecho, analizando los saldos de la deuda bruta al mes de Agosto de este año, último dato oficial publicado, faltando aún un mes de este sexenio, y cuatro meses del ejercicio fiscal, la deuda bruta ya ha aumentado $2.63 BILLONES DE PESOS, cuando el tope aprobado por el Congreso, en el artículo 2 de LIF, para todo el año, fue de $2.5 Billones, (inexplicablemente medio billón superior a los requerimientos financieros del año) y aun así, burlan al Congreso reportando la deuda neta de disponibilidades, las cuales suman más de $1 billón de pesos al cierre de Agosto.

Vicios ancestrales, que si bien no implantó la 4T, los solapó y los sigue aplicando.

Marco Pérez

Marco Pérez

Economista especialista en finanzas públicas, Socio Director de Econometría Aplicada SC, Conferencista y Catedrático a nivel doctorado.

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